Los frigoríficos resolvieron aplicar un nuevo descenso en el
precio del kilo de asado. En esta oportunidad, el guarismo es de 10%, que se
suma al 5% aplicado el 28 de octubre cuando se produjo un ajuste en el valor de
varios cortes.
El calor y las lluvias han ayudado a incrementar la oferta
forrajera de los campos y el ganado está con muy buen estado y buena
alimentación, lo que repercute en la oferta y permite hacer caer el precio.