La lìnea que seguía la Policía ,estaba fundamentada por algunas declaraciones en las que se mostraba indiferente respecto a la suerte de la adolescente argentina, cuando aún no habían encontrado su cuerpo.
Comparado con rastros de sangre que fueron encontrados dentro de la mochila lo deja fuera de la escena del crimen ,cometido en Valizas el 28 de diciembre de 2014.
Policía científica en la capital del paìs fue la encargada de realizar el estudio de ADN y también pericias psicológicas que fueron solicitadas por la jueza Silvia Urioste a la familia del adolescente.
Las pruebas obtenidas ,según relataron fuentes judiciales a nuestro portal ,solo suman una hoja mas a un expediente que lleva ya seis tomos. Todo indicaría que la investigación del caso vuelve a sus comienzos ,lo que tenemos es un cadáver dijeron nuestras fuentes .
Debemos señalar que dentro de 15 dìas se retomaran las actuaciones, en la sede judicial de la calle Lavalleja en Rocha capital .Se aguarda que cinco sean las personas que comparecerán ante la jueza Silvia Urioste. En las ultimas horas se conoció que una de estas personas es el médico forense Guido Berro ,el responsable de confeccionar una pericia sobre las posibles circunstancias en que fue asesinada Lola Chomnalez ,la cual fuera presentada por los padres de la víctima.
Dicho informe concluye que el crimen fue cometido por una mujer o un menor de edad ,que no poseía demasiada fuerza.
Un asesinato que parece frustrar la justicia,la intriga de una población está puesta en si se logrará probar quien fue el culpable ,y no encontrar un culpable.
Hoy preguntarle a cualquier
investigador sobre si es posible cometer un crimen perfecto, éste responde que no. Su respuesta se basa en el principio de Lockard, según el cual, el
criminal siempre deja algo de él en la escena del crimen, ya sea una huella
dactilar, una pisada, gotas de sangre o algún pelo o fibra. Así, partiendo de
esas pistas una buena investigación llevaría a la detención de un sospechoso ,como ocurriò en esta investigación del caso Lola.
Por esta razón se suele decir que para intentar cometer el crimen
perfecto hay que respetar dos premisas básicas. Una, matar a alguien
desconocido. Y dos, que no haya ningún tipo de móvil en el crimen.
Para la prensa es la crónica de una obsesión,un crimen misterioso, casi perfecto en los que todas las pistas obtenidas por el momento, lleva tanto a los investigadores como la justicia, a un punto muerto, a un callejón sin salida.