Denuncian el 20%, apuntó y señaló que en el 80% restante se viven situaciones de una naturalización que da invisibilidad al problema y por eso se vuelven casi imposibles de abordar.
Además, amplió, el 68.8% de las mujeres reportan alguna situación de violencia a lo largo de su vida, ya sea en el entorno familiar durante su infancia o de parte del agresor principal, que es la pareja o ex pareja.
Por otra parte existen casos de violencia psicológica. “La violencia psicológica puede generar daños mucho más graves que la violencia física porque pueden generar consecuencias para toda vida”, subrayó Pieri. En muchos casos puede ser el preámbulo de la violencia física, añadió.
La mayoría de los datos surgen de la encuesta especializada sobre violencia basada en género realizada en 2013 por Inmujeres. La próxima será en 2019, anunció y señaló que recién entonces se podrá saber la evolución que el tema ha tenido.
Pieri apuntó que la violencia basada en género tiene que ver con determinaciones de las tradiciones sobre los roles de mujeres y hombres. “En Uruguay se están rediscutiendo esos roles”; las mujeres están desafiando lo establecido y eso también podría estar generando reacciones violentas de algunos hombres, comentó.
Uruguay tiene una de las tasas de integración de las mujeres al mercado laboral más altas de América Latina, apuntó el investigador. “También es la mujer la que llega tarde, tiene tareas de igual responsabilidad o gana igual o más que el varón y eso puede estar generando conflicto”, agregó.