lunes, 6 de junio de 2011

Acertada idea de combatir el consumo de alcohol en exceso


 
El gobierno comenzará desde el segundo semestre de 2011 a discutir medidas concretas para frenar el consumo abusivo de alcohol, que afecta a más de 230.000 personas en Uruguay.
Según anunció el nuevo secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada, el gobierno convocará a instituciones públicas, actores privados, sindicatos y demás involucrados para definir las medidas más adecuadas.
De todos modos, el Poder Ejecutivo tiene decidido avanzar en restricciones tanto en la oferta como en el consumo. La intención es establecer sobre qué parámetros se puede consumir alcohol, para lo cual existen una gran cantidad de herramientas.
Calzada explicó que las medidas deben estar acompasadas con la cultura uruguaya. Una posibilidad que se maneja es avanzar sobre los horarios y precios, tanto en la venta como el consumo.
No obstante, las restricciones serán menores a las que tomó el gobierno de Tabaré Vázquez con el consumo de tabaco, ya que el alcohol cuenta con una legitimación mayor entre la población uruguaya.
Por eso cualquier medida debe ser consensuada y no se podrá tomar el mismo camino que se tomó en el caso del tabaco.
En la legislatura pasada el Parlamento comenzó a discutir un proyecto del gobierno para incidir en el consumo de alcohol. Proponía limitar los puntos de venta y la publicidad pero no pudo lograr el consenso necesario como para ser aprobado y quedó sumergido en un cajón.
El alcohol es la droga de mayor prevalencia en Uruguay y de acuerdo con los registros oficiales, el 82% de las personas admitió haber consumido alcohol alguna vez en su vida. Es además una droga con una baja edad de inicio y de acuerdo a los datos más recientes, se encuentra desde los 13 años en algunos sectores de la población.

No hay dudas de que el alcoholismo en importantes sectores de la población es un problema que es necesario encarar con fuerza a efectos de tratar de abatir su incidencia y no parece mal que desde el Estado se piense en encarar acciones que -aunque con menor fuerza que las aplicadas en materia de tabaco-, sirvan para abatir su consumo.
El tema de las drogas sociales es ingrato. Nadie puede decir que se alcanzará una solución definitiva, pero está bien comenzar a hacer algo, básicamente por los más jóvenes.