El Presidente José Mujica sostuvo que, si la gente no palpa
la sinceridad del compromiso de los actores que integran los partidos
políticos, no hay que extrañarse de que pierda la confianza.
El mandatario, en
su audición semanal de Radio Uruguay este martes, ejemplificó con la experiencia
del Plan Juntos, que funciona gracias al esfuerzo solidario de pequeños grupos
de brigadistas, aunque, advirtió, no alcanza.
"En estos años hemos aprendido algunas lecciones de
oro: sin partidos políticos está enferma la democracia", remarcó.
Para Mujica, “es una esencia de la democracia la vida
colectiva expresada en corrientes políticas que tratan de encausarse a través
de partidos. Con todos los defectos que pueden tener como cualquier
construcción humana, son una parte fundamental del devenir y el andar de la
democracia”.
Pero los partidos "no son como el clavel del aire, que
vive del aire, sino instituciones que necesitan recursos económicos para
sostener el esfuerzo de su militancia", insistió.
Repasó que, “si son partidos populares que miran desde el
lado popular de la historia, a favor de la justicia social, resulta obvio que
el nervio sustancial de su vida económica tiene que ser el aporte de aquellos
que lo representan públicamente en sus cargos de confianza”.
“Recojo las viejas ideas de Lenin: el compromiso político se
ha de expresar con el aporte económico, de lo contario son meras palabras”,
sentenció.
"A lo largo de estos años he visto que lo que no nos
duele en el bolsillo puede ser solidaridad de palabra y ese dolor se transforma
en discrepancia política y en realidades; no se aguantan los descuentos
partidarios, cuesta mucho expresar en los hechos el compromiso que significa la
construcción colectiva de una corriente política", anotó.
“Y son precisamente estos factores los que hacen que mucha
gente no crea en la política, porque ve a veces síntomas de despilfarro, suele
ver ambiciones de enriquecimiento y no de servir a la gente”, subrayó.
Por esto, enfatizó, un partido es un pacto colectivo. “Sé
que los partidos conservadores pueden tener otras fuentes de ingreso, y es
natural que acudan a los aportes del
mundo empresarial por su manera de ver la vida y la historia. No es
denigrante”, apuntó.
“Pero el quid de la cuestión es la sinceridad y el
compromiso. Por eso, vuelvo a decir, vive como piensas si no terminarás
pensando como vives”.
Continuando con su reflexión, Mujica puso como ejemplo el
Plan Juntos y la necesidad de que reciba más apoyo solidario.
“Hace más de cuatro años que con un puñado de voluntarios
luchamos por levantar viviendas para mujeres que quedan solas con hijos. Son
viviendas humildes, pero sólidas". Solos "no podemos enfrentar la
magnitud de la tarea”, indicó. “El camino de la solidaridad es muy ancho y se
puede vertebrar a través de clubes de fútbol, sindicatos, lo que sea”, sostuvo.
"Hay que organizar la solidaridad concreta para atender esos bolsones de
gente que queda al costado" del camino.
“Hemos tenido de vez en cuando alguna brigada de apoyo del
SUNCA y otros muchachos brigadistas que expresan solidaridad, pero ¿cuánto
sería posible hacer por múltiples caminos y no por el que nosotros trazamos, a
favor de esos niños y mujeres?”, se preguntó.
“La palabra solidaridad, tan usada, suele no pasar por el
compromiso de horas de trabajo, en ayuda concreta, y eso son las cosas que los
pueblos ven y que quitan credibilidad en esta cosa tan esencial para la suerte
colectiva que es la confianza política”, agregó.
“Si solo se ve el escaparate y la gente no palpa la
sinceridad de los compromisos, no hay que asustarse de que se pierda la
confianza de la gente. Y creo que esta es la gran carta de renovación en la
cual hay que tratar de embeber a la alta política”, aseguró.