CON LLUVIAS LOCALIZADAS Y COPIOSAS.
13 pluviómetros oficiales y 11 consultados reportan lluvias
de más de 30 mm en las últimas 24 horas, con marcas superiores a 45 mm en 5 de
ellos.
Llueve más en la zona atlántica que en la zona de sierra.
Una incesante cadena de grandes núcleos nubosos cruzan desde
el oeste-suroeste e ingresan al mar desde la mañana de hoy. Descargan lluvia y
electricidad.
La red vial costera sigue sufriendo el mayor impacto con más
destrozos. En doce comunidades costeras, comenzando desde el sur por la Ciudad
de La Paloma, aumentan el daño por caudales salidos de pinares y cañadas del
entorno.
Las doce comunidades entre La Paloma y Barra del Chuy a lo largo de
más de 180 kilómetros de costa atlántica, en todos los casos no reportan
mayores daños en la propiedad privada.
La ausencia de vientos hasta ahora ha
sido factor determinante para la disminución de daños mayores también a la
propiedad pública.
La zona atlántica es la más castigada por las aguas que
siguen erosionando de manera continua la red de pluviales y el pavimento.

Ambos ríos “se van saliendo de madre”.
El primero, el Río
Cebollatí, luego de la “loma de Averías” y con avances paulatinos y retrocesos
que acompañan, lo que ha facilitado el alejamiento de las aguas en el cauce de
mayor cajón: sus últimos 45 kilómetros hasta la desembocadura en la Laguna
Merin.
La Laguna, con viento del sur y suroeste en esta última
tarde, corre sus aguas hacia el lado brasileño de Santa Vitoria do Palmar,
favoreciendo la entrada de las aguas del Cebollatí que corren muy rápido.
Pueblo Cebollatí, con
1.600 habitantes, mira crecer el río que llega a 80 metros de la primera
casita suburbana. Allí no llueve desde antes de ayer y hoy tampoco lo ha hecho.
El otro río, el Río San Luis, con profundidades que llegan a
los 17 metros, sigue tomando todas las aguas que vienen de las Sierras de Los
Ajos y toda la cuenca del Alférez y el India Muerta y sus vertientes
superiores.
Allí las aguas bajan caudalosas por todos los cauces, se
salen de los montes ribereños y buscan otros espacios en “el gran plato llano”
que termina en San Luis (Pueblo de 900 habitantes, entre la Ruta 19 y la Gran
Ronda que lo resguarda de las inundaciones). Estas aguas son las menos
predecibles en su creciente dadas las obras cxiviles de rondas, canales y muros
que los arroceros y ganaderos de la zona han hecho durante años.
Entre Pueblo Barrancas y Pueblo San Luis es donde se presta
mayor atención dada lo errático del comportamiento de las aguas cuando crecen,
aunque ahora lo hacen moderadas y previsibles.
Lo que suceda en estas horas con lluvias importantes de más
de 50 mm,
QUE NO HAN OCURRIDO HOY VIERNES, en las sierras del Centro del
Departamento de Rocha, será decisivo.
La Presa “INDIA MUERTA” está al máximo de contención de
agua, ya funciona su vertedero para evacuar lo que no puede contener en el
Lago, lo que marca un elemento de complicación para todas las chacras del
Complejo Arrocero-ganadero que regula.
En Quebracho, 30 Bocas, Estero de Pelotas y toda la cuenca
baja, los arroceros han levantado más altos los muros de sus rondas para evitar
la inundación que puede alcanzarles.
Hasta esta mañana allí sólo había dos chacras con
complicaciones, en una zona que abarca 370 mil hectáreas.