domingo, 11 de enero de 2015
La cobertura “pornográfica” del caso Chomnalez
La Ministra de Turismo Liliám Kechichián calificó de “pornográfica” la cobertura del homicidio de la adolescente argentina Lola Chomnalez, ocurrido el 28 de diciembre en Valizas.
Según informa Caras y Caretas Kechichián dijo que, en el marco de la competencia comercial que hay entre los destinos turísticos uruguayos y los argentinos, hay quienes pretenden dañar la imagen del Uruguay turístico y particularmente la del balneario rochense Barra de Valizas, donde ocurrieron los hechos.
La ministra dijo que Valizas es “su lugar en el mundo” ya que hace 30 años que veranea allí, por lo que conoce muy bien a la gente del lugar y a los turistas que concurren cada verano buscando un tipo de turismo diferente, natural, distendido. Por esa razón dijo que “este es un hecho puntual” que no afectará la imagen del lugar.
La ministra también criticó y calificó de inoportunas las consideraciones del director de comunicación de la Intendencia de Rocha Mario Barceló, quien el fin de semana pasado se apresuró y, como en una carrera de caballos, apostó todos los boletos a que el homicida de Lola era el marido de su madrina que en esos momentos estaba siendo interrogado.
Movilizado por el afán de salvar la imagen de Rocha, Barceló había dicho que el homicidio de Lola no está vinculado con la inseguridad de nuestro país sino con la violencia en las familias argentinas. El exabrupto provocó que el propio Intendente de Rocha Artigas Barrios pidiera perdón a la familia de Lola y a los argentinos.
La desilusión de los medios
Este jueves algunos medios de comunicación sufrieron una nueva desilusión. El hombre apodado “el conejo” quedó en libertad por falta de pruebas. Muchos periodistas se habían puesto la toga de juez y, otra vez, se la jugaron a que el responsable del crimen había “caído”. Ese fue el término que se utilizó liviana y constantemente.
El diario El País llegó al extremo de informar en su versión en internet, que “el conejo” había confesado el crimen ante la policía, y solo faltaba que lo ratificara ante la jueza. Inmediatamente, la Unidad de Comunicación del Ministerio del Interior desmintió oficialmente esa información.
Evidentemente hay periodistas y medios de prensa que por estas horas están experimentando un estado de excitación asombroso, transformando rumores en noticias, informando en base a prejuicios y a la moralina que los caracteriza.
El caso es muy complejo para la Justicia y para los investigadores y está prácticamente “a fojas cero”. No hay noticia, pese a lo cual muchos la sacan debajo de las piedras.
Lo único que nos queda en claro es que nos falta conocimiento jurídico para la cobertura de estos casos, pero por sobre todas las cosas, nos falta ética.