Estos años han tenido “muchos altos y bajos; es complicado trabajar desde el dolor”, contó a la diaria Daniel Hernández, presidente de la red. Uno de los principales cometidos es apoyar a la víctima y a la familia, “acompañar en momentos complicados”, resumió. Valoró que los profesionales de la medicina y del derecho cumplen su función, pero que eso es una etapa.
Remarcó que muchas veces las personas no necesitan un profesional, sino “alguien con quien hablar de igual a igual, que le diga ‘te entiendo porque me pasa lo mismo, sé lo que vivís, sé lo que es el dolor o esa angustia que tenés en el pecho, sé lo que es llegar a mi casa y ver el cuarto vacío de mis hijos’”.
La red es nacional y, si bien no tiene presencia en todos los departamentos, cada vez se extiende más. A veces la conversación entre sus miembros es presencial; en otros casos es por teléfono y con eso alcanza, dijo Hernández desde Durazno. Es un grupo abierto a quien quiera participar y, entre otras cosas, apunta a acompañar a la persona en momentos en que se siente muy sola, ya sea en su condición de víctima o de familiar de víctimas.
Otro de los objetivos es concientizar sobre el riesgo y la
importancia del manejo vial, explicó Daniel Albernaz, integrante de la red.
Albernaz sufrió un accidente en 2009 y todavía vive las consecuencias; dijo que
“todos somos responsables”, no sólo el conductor de un vehículo -de dos o
cuatro ruedas, aclaró-, sino también los peatones. Defiende el uso del término
“siniestro” en lugar de “accidente”, del mismo modo que lo entienden la Unasev
y las aseguradoras: “El accidente es una eventualidad, por ejemplo que venga
una ráfaga de viento y tire un árbol; el siniestro es un evento en el que tiene
importancia fundamental la conducta humana: ocurre a causa del error humano.
Hay gente que dice ‘actué bien pero me fallaron los frenos’.
En ese caso falló
el ser humano que debía haber arreglado los frenos para que funcionaran
correctamente, o el conductor que debió chequearlos”. Agregó que la mala
señalización o la falta de ella “es a priori un factor de siniestralidad”, y
que es responsabilidad de las intendencias, por ejemplo. Pero ese también es un
factor humano, así como no prestar atención, que los niños no viajen en las
condiciones de seguridad adecuadas, o no respetar un semáforo en rojo, aunque
no venga nadie.
Otro de los cometidos es “apoyar a colectivos,
organizaciones públicas y privadas que tengan un firme compromiso ético de
reducir la violencia vial”, enumeró Hernández. Más allá de que trabajan “con un
perfil bajo”, remarcó que han denunciado cosas que no les han parecido
correctas. “Somos muy poco afectos a salir a la calle y participar en una
manifestación, ya que entendemos que esto no acompaña a una situación que es
grave. Sí acompaña que podamos sentarnos a dialogar con los responsables y
llegar a una solución”, explicó. Han concurrido a diferentes departamentos a
reunirse con jefes de Policía e intendentes.
Despejar caranchos
La Guía de orientación y recursos para ciudadanos afectados
por siniestros de tránsito fue presentada el 16 de de noviembre 2016 por la Unasev y
la Red Nacional de Víctimas y Familiares de Siniestros de Tránsito. Contiene
orientaciones psicológicas. Por ejemplo, afirma que “las crisis y los duelos
son procesos normales y saludables de autocuración, que no deben ser
obstaculizados con medicación que impida vivir el proceso”. Describe las
situaciones de las crisis traumáticas -shock, negación, desplazamiento del foco
de preocupación e intrusión (cuando la persona no puede pensar en otra cosa)- y
aconseja acciones a tomar en cada fase. Brinda asesoramiento para el manejo de
situaciones con niños, adolescentes y adultos. Hay orientación jurídica;
recursos del Estado, prestaciones a las que puede acceder la persona y trámites
para obtenerlas.
Albernaz comentó un caso de una integrante de la red:
fallecieron su esposo y su hijo en un siniestro y “al rato la estaba llamando
una cantidad impresionante de abogados para ofrecerle sus servicios”. “Somos
seres humanos, nos duelen las cosas, es un acto de inhumanidad total esa
actitud de parte de algunos ‘profesionales’ que se dicen abogados. Es algo que
hay que trabajar en la red: ver qué hacemos con ese tipo de caranchos que están
queriendo lucrar con nuestro dolor, porque legalmente tenemos un plazo de dos
años para iniciar cualquier acción legal, y lo urgente en ese momento es
atender a la víctima y a su familia, no iniciar una acción legal”, manifestó.
Hernández comentó que en la guía se incluyeron los recursos
que realmente funcionan. Enfatizó que “si la persona llama, tienen que
asistirla y si un organismo le dice que no, tiene que llamarnos y denunciamos”,
aseguró. La guía está disponible en la página web de la Unasev y contiene los
teléfonos del presidente y el vicepresidente de la red. Su trabajo es honorario
y apuntan, en un futuro, a implementar otras estrategias. Por ejemplo, que
exista un 0800 al que se pueda llamar.