La aparición de motochorros en la ciudad. Los arrebatos en la vía pública -a plena luz del día en el microcentro . Las violaciones de domicilio y los asaltos a comercios figuran ,hoy entre las principales modalidades delictivas que sufren los habitantes honestos de Rocha .
El reclamo, por demás lógico, debe encontrar canales de intervención en las áreas del Estado competentes.
Nadie puede negar que el delito ha crecido en forma importante en la ciudad, a pesar de los reclamos las cosas siguen manteniéndose dentro de los parámetros de siempre. Con ello, continúa imponiéndose la idea generalizada de que no se persigue a los delincuentes como corresponde y de que la laxitud de las normas establece que los malhechores entren por una puerta y salgan por la otra.
Porque el flagelo de la inseguridad sobrevuela la ciudad amenazante y muchas de las soluciones que se proponen no consiguen atenuar el negativo impacto social que produce la sucesión ininterrumpida de hechos protagonizados por la delincuencia.
Como si esto fuera poco, la inseguridad ciudadana ensancha la inequidad social existente en el paìs. Las élites pueden adquirir en el mercado una seguridad a medida. La emergente clase media,es la que queda desprotegida ante un Estado poco preparado para enfrentar un enemigo que es como un monstruo con muchas cabezas.
El Estado no puede retirarse de una función básica que debe cumplir y por ello es fundamental que recupere su credibilidad a partir de un abordaje diferente.
No hay mejor momento que el presente para empezar a actuar con determinación. Soplan vientos de reforma en materia de seguridad ,creo que si .Pero debemos asumir entre todos un claro pronunciamiento nacional sobre la necesidad de encontrar una nueva estrategia integral para combatir la delincuencia.
Creo pensar que todos sabemos que el problema es multidimensional y por lo tanto las soluciones deben ser integrales. No hay una fórmula mágica? .No ,no la hay.
La violencia es resultado de una combinación de múltiples factores, que van desde el tráfico de estupefacientes y el crimen organizado, hasta la falta de oportunidades, y la impunidad producto de sistemas de justicia con una credibilidad menoscabada.
Para construir un mejor futuro ,debemos afrontar una respuesta integral en el presente ,que debe involucrar a todos desde la iglesia y los gobiernos locales, hasta las fuerzas del orden, el sistema judicial, las organizaciones no gubernamentales, el sector privado, los medios de comunicación etc etc.
