domingo, 29 de julio de 2018

Rocha se une ,concentra y exige seguridad.


Una ciudad conocida por el "no pasa nada,"y de la frese celebre " tira tu que te toca a ti."
Y será de esa manera ,le toca tirar a la gente honesta ,humilde y trabajadora.Este martes esa clase social de nuestro país ,que esta desapareciendo ,se pone la camiseta y sale a la cancha a tirar de la piola.

El alza en la inseguridad en la ciudad de Rocha tiene asolada a la ciudadanía  y se dará un paso considerado importante por aquellas victimas de la delincuencia ,que reclamarán a las autoridades que   mejoren su capacidad de acción y logren darles seguridad a sus gobernados.
En diferentes barrios de la capital departamental , el robo a casas y comercios ha sido una constante,siendo la  semana  que pasó complicada ,que no ha permitido a los policías detener esta ola de rapiñas.
Mientras que el robo a cajas registradoras igualmente ha ido en aumento.Se ha vuelto cotidiana la manera en la que se hurtan las cajas como bicicletas.






Igualmente el robo a negocio se ha ido acrecentando paulatinamente,así como los diferentes asaltos en casas de familia que tienen asolada a la población.
Es pues, la inseguridad el “talón de Aquiles” de Rocha.

Es tiempo de poner pausa ,profundizar las causas del problema social y hacer de él una condición necesaria que permita contener la actual situación ,además de buscar revertir la franca desconfianza que se genera entorno a las instituciones.
Si los delitos van en crecimiento,pretender reducir o evitar la inseguridad vuelve obsoletas la spolíticas de prevención debido al poco interés o a la manera equivocada en que el gobierno implementa sus estrategias. 

Hay quienes afirman que los rezagos de una sociedad quebrantada por la inseguridad y llena decuestionamientos acerca de sus representantes y de las políticas de gestión , hacen que en la práctica,resulten poco viables y, en ocasiones, obsoletas.
Éste es sólo un ejemplo de cómo, al no existir una fusión operativa entre la gestión, la planeación estratégica y el pensamiento local, resulta más difícil obtener resultados en materia de seguridad y combate a la delincuencia.
Se hace  necesario proponer alternativas viables de prevención de delitos, promover una cultura de denuncia y trabajar en programas de infraestructura,a fin de atacar el problema de la inseguridad.
 No hay dudas de que la inseguridad es producto de un incremento de los delitos y la violencia social. Esta situación está afectando seriamente la convivencia comunitaria, la vida en libertad y el desarrollo armónico de las familias.
La alternativa no es el caos y el pesimismo sino la certeza y esperanza de salir airosos de este dilema.

No es una época de resignación sino de profunda reflexión y análisis con el fin de promover acciones resueltas y definidas. En este sentido, no se necesitan personas extraordinarias sino seres comunes que hagan cosas extraordinarias.