UN CLICK A LA SALUD
Investigadores de la Facultad de Medicina trabajan junto a la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer en un procedimiento bioquímico que tiene como objetivo controlar el desarrollo de un tumor dentro del organismo.
"La migración se ve dificultada si las uniones están estabilizadas", dijo Chifflet. El punto es cómo estabilizar estas uniones.
POTENCIAL. Los investigadores trabajan en un método para aumentar lo que se conoce como potencial de membrana. Cual si fuera una batería, ilustró la especialista, existen cargas positivas y negativas alrededor de la membrana de la célula. Este potencial está involucrado en el transporte de elementos desde y hacia el interior de la célula así como en la transmisión de los impulsos nerviosos en células como las neuronas y las que conforman los tejidos musculares. Pero poco más se conocía acerca de cómo se utilizaba esa energía.
"Lo que encontramos y que dio pie al resto de los trabajos es que existe un vínculo entre la diferencia de potencial eléctrico que hay en la membrana y algunas propiedades celulares, particularmente, la organización del citoesqueleto (esqueleto de la célula)", indicó la directora del laboratorio. Los científicos trabajaron sobre dos preparados de células. Uno fue tomado como testigo y en el otro se modificó el potencial eléctrico.
Luego, aplicaron procedimientos para provocar la apertura de las uniones celulares y del citoesqueleto. En las células que se había aumentado el potencial de membrana las células no se separaron. En las otras sí.
Ahora el procedimiento está siendo probado en células tumorales de ratón, en un proyecto que cuenta con el apoyo de la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer.
"Vamos a estudiar qué pasa con la migración y la proliferación de los endotelios vasculares", comentó Chifflet.
En una primera etapa se trabajará en células de cultivo, a nivel de laboratorio, y posteriormente se inoculará un tumor dentro de un ratón.
Entonces, se le administrará una droga que actúe sobre las membranas celulares y se estudiará el desarrollo de su tumor. Si la hipótesis de los científicos es correcta, la modificación sobre la membrana controlaría el desarrollo del cáncer en el animal.
El equipo estima que estas pruebas les llevarán todo este año y el próximo. Si obtienen los resultados esperados, pasarían a experimentar con organismos más complejos y se estudiaría si la modificación en el potencial de la membrana celular puede tener aplicaciones en seres humanos. "Manipular ese potencial para mejorar la estabilidad de las uniones podría tener una aplicación médica", indicó Chifflet, pero esto demandará investigaciones clínicas en personas que padezcan la enfermedad.
CONSERVACIÓN. Estabilizar las uniones también podría tener aplicaciones en la conservación de órganos que vayan a ser utilizados para transplantes. Esta es otra de las lineas de investigación del Laboratorio de Bioquímica Celular de la Facultad de Medicina.
"El frío es desestabilizante de las uniones, pero a los órganos hay que mantenerlos en frío para bajarles el metabolismo", analizó Chifflet. Lo que es bueno para una cosa es malo para la otra: la vida útil de los órganos está dada por la estabilidad de este tipo de conexiones entra las células. "Si uno puede hiperpolarizarle las células, aumentar el potencial de membrana, las uniones podrían mantenerse mejor preservadas", ilustró la doctora. Y los órganos, en consecuencia podrían preservarse durante un mayor período de tiempo.
Financiados por una fundación española, los investigadores uruguayos estudian el procedimiento en tejidos del ojo. "La córnea es más sencilla que otros órganos desde el punto de vista de sus capas celulares", comentó. Al modificar las propiedades del endotelio de córnea, estudiarán si aumentan los tiempos de conservación del órgano.
La modificación sobre el potencial de membrana de la célula se puede realizar a través de dos procedimientos: aplicando una solución determinada o a través de una droga. "Se logra actuando sobre el líquido que baña las células o por el cambio de la permeabilidad de determinados iones", explicó Chifflet. Una droga ingresa en la membrana y deja pasar selectivamente un ion u otro, modificando así la carga eléctrica de la célula. Esto será lo que prueben en el organismo del ratón.
Ambos mecanismos se encuentran a estudio de la Dirección Nacional de la Propiedad Industrial para ser patentados. Otra de sus aplicaciones posibles involucra procesos de cicatrización de los epitelios, entre otras líneas de estudio seguidas por los académicos.
Investigación. Iniciaron las pruebas con ratones; les llevarán dos años
LETICIA COSTA DELGADO

Dirigidos por la doctora Silvia Chifflet, los investigadores del Laboratorio de Bioquímica Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República centran su estudio en las uniones que existen entre las células.
"Hay muchas enfermedades que están provocadas o agravadas por la ruptura de las uniones", dijo a El País Chifflet, doctora en Biología Celular y ganadora en 2008 del premio Nacional L`Oreal Unesco para las mujeres en la ciencia.
Una de las enfermedades en las que incide la ruptura de las uniones es el cáncer. Durante el desarrollo de un tumor las células cancerígenas tienen un crecimiento descontrolado y estimulan la formación de vasos sanguíneos para nutrirse. "Pero para que esos vasos se formen, las células de los vasos sanguíneos tienen que migrar y proliferar. Para las dos cosas tienen que romper uniones", explicó Chifflet. "Si uno estabiliza uniones probablemente contribuya a que un tumor no logre vascularizarse lo suficiente como para nutrirse y progresar", añadió.
En la misma línea, se podría reducir la expansión de las células tumorales y la invasión de otros tejidos por parte de las células cancerígenas. Este proceso implica atravesar barreras químicas para introducirse en tejidos vecinos. "La migración se ve dificultada si las uniones están estabilizadas", dijo Chifflet. El punto es cómo estabilizar estas uniones.
POTENCIAL. Los investigadores trabajan en un método para aumentar lo que se conoce como potencial de membrana. Cual si fuera una batería, ilustró la especialista, existen cargas positivas y negativas alrededor de la membrana de la célula. Este potencial está involucrado en el transporte de elementos desde y hacia el interior de la célula así como en la transmisión de los impulsos nerviosos en células como las neuronas y las que conforman los tejidos musculares. Pero poco más se conocía acerca de cómo se utilizaba esa energía.
"Lo que encontramos y que dio pie al resto de los trabajos es que existe un vínculo entre la diferencia de potencial eléctrico que hay en la membrana y algunas propiedades celulares, particularmente, la organización del citoesqueleto (esqueleto de la célula)", indicó la directora del laboratorio. Los científicos trabajaron sobre dos preparados de células. Uno fue tomado como testigo y en el otro se modificó el potencial eléctrico.
Luego, aplicaron procedimientos para provocar la apertura de las uniones celulares y del citoesqueleto. En las células que se había aumentado el potencial de membrana las células no se separaron. En las otras sí.
Ahora el procedimiento está siendo probado en células tumorales de ratón, en un proyecto que cuenta con el apoyo de la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer.
"Vamos a estudiar qué pasa con la migración y la proliferación de los endotelios vasculares", comentó Chifflet.
En una primera etapa se trabajará en células de cultivo, a nivel de laboratorio, y posteriormente se inoculará un tumor dentro de un ratón.
Entonces, se le administrará una droga que actúe sobre las membranas celulares y se estudiará el desarrollo de su tumor. Si la hipótesis de los científicos es correcta, la modificación sobre la membrana controlaría el desarrollo del cáncer en el animal.
El equipo estima que estas pruebas les llevarán todo este año y el próximo. Si obtienen los resultados esperados, pasarían a experimentar con organismos más complejos y se estudiaría si la modificación en el potencial de la membrana celular puede tener aplicaciones en seres humanos. "Manipular ese potencial para mejorar la estabilidad de las uniones podría tener una aplicación médica", indicó Chifflet, pero esto demandará investigaciones clínicas en personas que padezcan la enfermedad.
CONSERVACIÓN. Estabilizar las uniones también podría tener aplicaciones en la conservación de órganos que vayan a ser utilizados para transplantes. Esta es otra de las lineas de investigación del Laboratorio de Bioquímica Celular de la Facultad de Medicina.
"El frío es desestabilizante de las uniones, pero a los órganos hay que mantenerlos en frío para bajarles el metabolismo", analizó Chifflet. Lo que es bueno para una cosa es malo para la otra: la vida útil de los órganos está dada por la estabilidad de este tipo de conexiones entra las células. "Si uno puede hiperpolarizarle las células, aumentar el potencial de membrana, las uniones podrían mantenerse mejor preservadas", ilustró la doctora. Y los órganos, en consecuencia podrían preservarse durante un mayor período de tiempo.
Financiados por una fundación española, los investigadores uruguayos estudian el procedimiento en tejidos del ojo. "La córnea es más sencilla que otros órganos desde el punto de vista de sus capas celulares", comentó. Al modificar las propiedades del endotelio de córnea, estudiarán si aumentan los tiempos de conservación del órgano.
La modificación sobre el potencial de membrana de la célula se puede realizar a través de dos procedimientos: aplicando una solución determinada o a través de una droga. "Se logra actuando sobre el líquido que baña las células o por el cambio de la permeabilidad de determinados iones", explicó Chifflet. Una droga ingresa en la membrana y deja pasar selectivamente un ion u otro, modificando así la carga eléctrica de la célula. Esto será lo que prueben en el organismo del ratón.
Ambos mecanismos se encuentran a estudio de la Dirección Nacional de la Propiedad Industrial para ser patentados. Otra de sus aplicaciones posibles involucra procesos de cicatrización de los epitelios, entre otras líneas de estudio seguidas por los académicos.