Vaticinio. Uruguayos toman con humor el "apocalipsis"

Si usted lee esto es porque el mundo aún no se acabó

No hay más tiempo. Según el estudioso de la Biblia Harold Camping, hoy es el comienzo del fin, con un "gran terremoto que sacudirá a la tierra". Entre desconocimiento e incredulidad uruguayos famosos imaginan cómo lo van a pasar.
"Un gran terremoto sacudirá la tierra el 21 de mayo del 2011, uno que jamás el planeta haya sentido en su historia. Las tumbas se abrirán y los restos de las personas que murieron como verdaderos creyentes y seguidores de Dios resucitarán y se irán al cielo. Los cuerpos de los que no se salvarán serán comidos por gusanos y animales. Así será hasta el 21 de octubre. Cualquiera que quede vivo después de ese día, será aniquilado por el fuego y nunca más será recordado".
Así de tajante, Harold Camping, un veterano de 90 años, ingeniero civil de la Universidad de Berkeley, que estudió la Biblia durante 54 años, vaticinó, con lujo de detalles, los últimos días, que empiezan a correr, según él, justamente hoy.
Su declaración no fue lo único que llamó la atención. En varios países, incluido Uruguay, aparecieron varias publicidades gráficas (en cartelería pública) donde se promocionaba su vaticinio, con una inversión millonaria.
EXPLICACIÓN. Basado en el día de la creación del mundo (año 11.013 A.C.), en el día que Jesús fue crucificado (viernes, primero de abril del año 33 D.C.), más varios pasajes de la Biblia, el veterano estudioso, pudo establecer que hoy será el inicio del día de juzgamiento de Dios a la humanidad. El Apocalipsis, asegura Camping, iría hasta el 21 de octubre del 2011, donde no quedará rastro de la existencia del planeta.
"Ese día, el fuego nos matará a todos y nuestros cuerpos quedarán dispersos por toda la tierra. Ese día Dios escogerá quiénes se salvarán e irán a su gloria", contó.

Quien estuvo más acorde con esta teoría entre los uruguayos consultados acerca de cómo imaginaban la debacle fue el diputado Luis Alberto Lacalle Pou, después de la maratónica sesión que presidió en la Cámara de Diputados.
"Me imagino un día gris, con mucho fuego, calor intenso, meteoritos, asteroides... todo contra la Tierra, y en un caos que va en aumento", especuló el diputado.
"Ese día trataría de estar en paz con mis seres queridos, conmigo mismo y si me quedó alguien para pedirle perdón o decirle que lo quiero, hacerlo", se imaginó Lacalle Pou.
A Pablo Forlán, ex jugador de fútbol e hincha de Peñarol lo único que le puede llegar a preocupar, según contó, es que "el mundo se venga abajo" antes del 22 de junio. "Espero que si tienen razón, por lo menos sea después de que Peñarol juegue la final de la Copa Libertadores. ¡Antes nunca!", confesó a las risas.
Otros, en tanto, no tenían idea de que hoy su vida podía correr peligro. "Me acabo de enterar. Qué horror", expresó la modelo y actriz Patricia Wolf, aunque dijo no creer en un fin destructivo, sino de cambios.

Quien definió con lujo de detalles cómo lo esperaría fue el escritor y crítico literario Elvio Gandolfo: "Me prepararía un excelente plato de fideos con buena salsa, que es lo que sé hacer. Y después, acercaría la mesa a la ventana para ver cómo es ese acontecimiento".

 

 

Apocalipsis ahora

No creo que el fin del mundo resulte ser algo abrupto. Va a terminar pronto tal como lo conocemos, pero eso no quiere decir su destrucción. Es decir, será un cambio de era. Lo que está pasando hoy ya es una especie de apocalipsis", comentó Patricia Wolf.
Las visiones apocalípticas han estado muy de moda. Ningún objeto del espacio de los que conocemos hoy tiene una probabilidad real de impactar contra la tierra hasta dentro de 100 años, como mínimo", aseguró el astrónomo uruguayo Gonzalo Tancredi.
El fin del mundo sería si se acaba todo. Es muy poco verosímil. Todas las situaciones que uno imagina como absolutamente insoportables, después ocurren y la gente sobrevive. La cosa totalitaria así, no me la creo, no me suena", opinó el escritor Elvio Gandolfo.

El País Digital