Finalmente y luego de once meses de intenso trabajo de montaje, se estrena “3 Millones”, la aventura celeste contada por los Roos.
Este largometraje documental surgido como un diario de viaje y realizado en Sudáfrica 2010 por Jaime y Yamandú Roos tiene la estructura de una “road movie”, o película de carretera.
El diario escrito en primera persona por Jaime Roos sirve de guía para hilvanar el relato que se viste con las imágenes de otro diario, el que su hijo Yamandú realizó magistralmente con su cámara.
La forma en que se desarrollaron los acontecimientos que se cuentan en la película hacen que se transforme en un género único en este tipo de registro, en lo que su director define como una “ficción verídica”. Esto se debe a que el devenir del relato parece concebido por un guionista de ficción, aunque las situaciones, sin embargo, son reales.
El padre uruguayo, el hijo holandés, la pasión por el fútbol, un país como Uruguay con tan sólo tres millones de habitantes que se enfrenta a gigantes en el campo de juego. Las definiciones infartantes al último minuto y un grupo de hombres vestidos de celeste que crece a los ojos del mundo hacen que por momentos la historia parezca salida de una novela épica del siglo XIX, por su grado de aventura, romanticismo y grandeza.
Los Roos se amalgaman con una “banda de gitanos”, como Jaime define a este singular grupo, compuesto por los periodistas, los dirigentes, los jugadores, los hinchas, tan distintos entre sí, pero con esa esencia uruguaya republicana que se vuelve cada vez más presente a medida que transcurre la película.
La idiosincrasia de esta tribu hace que cada escena tenga diálogos riquísimos e hilarantes, el humor es un elemento recurrente y fundamental.
Los Roos también definieron este trabajo como una “comedia dramática”; más allá de la historia del encuentro entre ambos que es el punto de partida, y de la anécdota futbolística que los convoca, la película tiene un alcance multidimensional en su temática.
Esta experiencia se puede definir como caleidoscópica, multicolor e inenarrable. No pretende ser una crónica deportiva de corte periodístico, ni un estudio sociológico de un fenómeno: es un relato coral.
La historia es acompañada por una música que no es ajena al relato: hay mucho de la esencia futbolera en la música de Jaime, que ha sabido retratar como pocos la esencia uruguaya, banda sonora de lujo para una obra sin precedentes en la historia del cine y del fútbol.
Muy pronto en los mejores cines se podrá disfrutar de esta epopeya protagonizada, vivida, sufrida y festejada por “3 Millones”.
Este largometraje documental surgido como un diario de viaje y realizado en Sudáfrica 2010 por Jaime y Yamandú Roos tiene la estructura de una “road movie”, o película de carretera.
El diario escrito en primera persona por Jaime Roos sirve de guía para hilvanar el relato que se viste con las imágenes de otro diario, el que su hijo Yamandú realizó magistralmente con su cámara.
La forma en que se desarrollaron los acontecimientos que se cuentan en la película hacen que se transforme en un género único en este tipo de registro, en lo que su director define como una “ficción verídica”. Esto se debe a que el devenir del relato parece concebido por un guionista de ficción, aunque las situaciones, sin embargo, son reales.
El padre uruguayo, el hijo holandés, la pasión por el fútbol, un país como Uruguay con tan sólo tres millones de habitantes que se enfrenta a gigantes en el campo de juego. Las definiciones infartantes al último minuto y un grupo de hombres vestidos de celeste que crece a los ojos del mundo hacen que por momentos la historia parezca salida de una novela épica del siglo XIX, por su grado de aventura, romanticismo y grandeza.
Los Roos se amalgaman con una “banda de gitanos”, como Jaime define a este singular grupo, compuesto por los periodistas, los dirigentes, los jugadores, los hinchas, tan distintos entre sí, pero con esa esencia uruguaya republicana que se vuelve cada vez más presente a medida que transcurre la película.
La idiosincrasia de esta tribu hace que cada escena tenga diálogos riquísimos e hilarantes, el humor es un elemento recurrente y fundamental.
Los Roos también definieron este trabajo como una “comedia dramática”; más allá de la historia del encuentro entre ambos que es el punto de partida, y de la anécdota futbolística que los convoca, la película tiene un alcance multidimensional en su temática.
Esta experiencia se puede definir como caleidoscópica, multicolor e inenarrable. No pretende ser una crónica deportiva de corte periodístico, ni un estudio sociológico de un fenómeno: es un relato coral.
La historia es acompañada por una música que no es ajena al relato: hay mucho de la esencia futbolera en la música de Jaime, que ha sabido retratar como pocos la esencia uruguaya, banda sonora de lujo para una obra sin precedentes en la historia del cine y del fútbol.
Muy pronto en los mejores cines se podrá disfrutar de esta epopeya protagonizada, vivida, sufrida y festejada por “3 Millones”.
