lunes, 12 de noviembre de 2012

Injusticia disfrazada


Gerardo Sotelo 
Hoy volví a encontrarme en Facebook con la propuesta de “comprar los regalos de navidad a pequeñas empresas o trabajadores autónomos. 
En esta iniciativa, que parece originada en España por la utilización de ciertos giros idiomáticos, los beneficiarios serían “la vecina que vende por catálogo o por Internet, el artesano que hace bisutería, la amiga que tiene una tienda en el barrio” o “el pastelero que hace los turrones artesanos”.
 Detrás de su apariencia bienhechora, la campaña encierra un error de observación sobre la naturaleza y los procesos comerciales y puede terminar consagrando injusticias aún mayores a las que se pretende corregir. 
La "amiga que tiene una tienda en el barrio" puede obtener ingresos considerablemente superiores a la amiga que trabaja en un local de un shopping center y el "pastelero que hace turrones" puede no pagar los impuestos que permiten la existencia de escuelas y hospitales, a diferencia del dueño de un pequeño comercio, cuyos trabajadores necesitan vender turrones
 (artesanales o industriales, tanto da) para mantener a sus respectivas familias. 
Por otra parte, es muy difícil que el dinero que circula en el comercio no llegue tanto a personas comunes como a multinacionales por alguna vía. 
La ropa que vende la "amiga que tiene la tienda en el barrio" seguramente fue importada de China 
(donde funcionan gigantescas factorías), buena parte de la materia prima que utiliza el “pastelero que hace turrones” debió ser procesada o importada por una empresa de gran porte, y finalmente, tanto en las pequeñas como en las medianas o grandes empresas industriales o importadoras trabajan personas de ingresos bajos, cuyo salario depende de las ventas de navidad. 
No hay ninguna diferencia entre estos miles de trabajadores asalariados y la "amiga que vende el catálogo por internet” ni hay razón alguna para perjudicar a unos y beneficiar a otros, salvo el beneficio que se obtiene por comprar lo que nos resulta más conveniente.