domingo, 28 de abril de 2013

Hoy más que nunca podemos sentirnos orgullosos en el Departamento de Rocha de recuperar la dignidad por el trabajo, recuperar la alegría por las conquistas sociales.


LOS TRABAJADORES RURALES Y SU DÍA.
 Mario Barceló. 

Por primera vez en la historia del movimiento obrero uruguayo y de la legislación laboral del país, los trabajadores asalariados tienen SU día en el calendario del país.

La ocasión no debe pasar sin que le demos importancia en nuestro Departamento de Rocha.

Así como es la primera vez que este día lleva ese nombre (TRABAJADORES RURALES) también es la primera ocasión en que podemos asignar como Estado y como sociedad una recordación especial sobre el esfuerzo  creador de riqueza de mujeres y hombres de Rocha, sus derechos y aspiraciones, en un número extraordinariamente importante.

Son muchas las cadenas productivas que el capital privado ha instalado en el Departamento de Rocha en la forma de ganaderías muy variadas y especializadas, así como agriculturas de cereales, oleaginosas y pastos,  o fruticulturas del olivo, la vid, los almendros, los cítricos y la apicultura.

Todas ellas activadas diariamente por la planificación, la tecnología, el cuidado personal, el esfuerzo laboral de miles de mujeres y hombres.

Sí.

Miles de hombres y mujeres de Rocha que en todos los rinconces hacen funcionar estas cadenas de producción de una economía que debe reconocerse en su crecimiento, además de por la presencia del  Medio de Producción, también por la Fuerza de Trabajo que diariamente miles de hombres y mujeres  entregan a cambio de un salario.

Las trasformaciones económicas de este tipo que hoy han cambiado al Departamento de Rocha se expresan en trasformaciones sociales y culturales.

Algunas de ellas, ésta.

Unos 4 mil trabajadores están en trabajos rurales asalariados al cabo del año.

Otros tantos hombres y mujeres, sin ser asalariados, trabajan con sus manos e inteligencia sus pequeños o medianos predios rurales, en una agricultura familiar que se ha afirmado en el punto de seguir siendo propiedad agraria pequeña o mediana SIN ENAJENAR, con sistemas de producción y manejo también trasformados.

No dudamos en reiterar la oportunidad histórica que tenemos en nuestro Departamento de Rocha en la valoración cuantitativa y cualitativa de estas trasformaciones.

Muy poco del cambio económico y de la matriz productiva de nuestro Departamento podría expresarse de la manera que hoy lo hace de punta a punta de nuestros territorios, sin esa fuerza productiva, cada vez más especializada y preparada, que forman el conjunto de las trabajadoras y trabajadores rurales.

Es un privilegio de estos tiempos, además y sobre todo, que haya un movimiento obrero activo y sólido, fuerte y solidario que los comprende.

Es una gratificación ciudadana que cualquiera de nosotros pueda afirmar que se han conquistado derechos sociales y laborales que cualquiera de nuestros trabajadores rurales de Rocha ejercen en plenitud.

El colectivo de nuestras comunidades urbanas debiera mirar con atención estos procesos de cambios económicos y sociales, tomar conciencia de la potencia que se abre con estas oportunidades e incorporarse a los cambios culturales que se expresan en nuestros lugares.

Hoy más que nunca podemos sentirnos orgullosos en  el Departamento de Rocha de recuperar la dignidad por el trabajo, recuperar la alegría por las conquistas sociales.

Y nada mejor que el ejemplo de los trabajadores rurales nuestros.