En el mismo sentido expresó su preocupación el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, quien reconoció que si bien la noticia puede ser tomada con entusiasmo por los consumidores, no es una buena señal para la economía del país.
“Los árabes no se alegran cuando baja el petróleo y los uruguayos no deberíamos alegrarnos cuando baja la carne”, pues miles de compatriotas dependen de ese negocio, afirmó Aguerre.
A su vez dijo que desde el ministerio se trabaja “para que la carne valga cada vez más” ya que “es la manera de generar riqueza”, para posteriormente preocuparse por “distribuir mejor esa riqueza”.
La última modificación en el precio de la carne, que también había sido a la baja, fue en el mes de agosto pasado y promedió los cinco pesos, en su momento en función de la baja del dólar y una mayor oferta por el aumento de la faena.
