viernes, 18 de mayo de 2018

Una casa en Cabo Polonio vale entre 200 mil y 600 mil dòlares.

Los datos recabados indican que no nos debe sorprender ese precio ya que es algo normal afirman entrevistados.

Hay quienes lo califican como un pueblo pesquero en el corazón de un parque natural.Otros le llaman tierra de hippies  setenteros. Muchos que buscan  estar aislados de la ciudad aquí encuentran el entorno perfecto.Cabo Polonio ,un paraíso indiscutido.







En este lugar bordeado por las aguas del Océano Atlántico ,es el  refugio principal de la segunda colonia de leones marinos más grande del país.

Cuenta además con un ecosistema de dunas y médanos que desde 1966 son monumento natural y que alcanzan los 30 metros de altura. Playas interminables de arena fina que se extienden a los extremos del cabo invitando a caminar por ellas hasta la caída del sol.

La noche tiene una magia especial .Que envuelve y embruja con la luminosidad del firmamento.El faro cobra protagonismo, rompiendo cada 12 segundos esa intimidad

Estos atractivos hacen del Cabo Polonio un condimento adicional al momento de inclinar la balanza y cumplir un deseo.
 
Allí recientemente hubo ofrecimientos o transacciones inmobiliarias por valores que van desde los US$ 200.000 hasta unos US$ 600.000 por tener derecho al uso de un predio y una casa muy bien ubicados sobre la playa informò Bùsqueda y que pudo confirmar Rochaaldìa.

Los datos recabados indican que no nos debe sorprender ese precio ya que es algo normal afirman entrevistados.

Bùsqueda agrega en su articulo que actualmente está en proceso la compraventa de una de las casas históricas del Polonio, vinculada a la familia Arocena, que ocupa un amplio terreno y tiene una ubicación privilegiada frente al mar.

Según dijeron varias fuentes, un uruguayo ofreció cerca de US$ 600.000 por poder usar ese inmueble. La casa es parte del patrimonio de Gabasol, la sociedad anónima que administra 211 hectáreas en el Parque Nacional Cabo Polonio.

En 2017 el precio promedio del metro cuadrado en las transacciones realizadas en el predio de Gabasol fue de US$ 2.500.
En lo que va del  2018 ya se concretaron otras compraventas dentro del predio de Gabasol, informaron.

En febrero, un economista francés, asiduo visitante del balneario, ingresó a la sociedad y obtuvo el derecho de uso de una vivienda por US$ 300.000. Y por otra casa reciclada de casi 200 metros cuadrados, se pagaron US$ 430.000, contaron las fuentes.
R
ecientemente, inversores argentinos expresaron interés por una vivienda de más de 180 metros cuadrados.

También se han realizado compraventas de viviendas ubicadas en terreno fiscal —por fuera de Gabasol— por cifras cercanas a US$ 200.000, señalaron.

Pocas casas.
Según las fuentes, en 2017 se concretaron al menos cuatro compraventas en el predio de Gabasol, y este año hubo una cantidad similar. “Hay cierta corriente de inversión” de uruguayos y extranjeros, dijo un propietario.

Si bien para algunos asiduos del balneario las casas “están caras”, otros piensan que los precios “no son excepcionales ni significativos” en relación con las operaciones de años anteriores y en otras zonas de Maldonado o Rocha. Estimaron que en 2017 el precio promedio del metro cuadrado en las transacciones realizadas en el predio de Gabasol fue de US$ 2.500.

La oferta de propiedades en el balneario es reducida, puesto que no hay muchas construcciones y existen limitaciones para hacerlas por tratarse de un área que desde 2009 integra el Sistema Nacional de Áreas Naturales. La población permanente también es escasa y habita en 430 viviendas.

Explicaron que los valores son relativamente importantes si se tiene en cuenta que las casas son de difícil accesibilidad, que carecen de luz y agua corriente, y que no son construcciones con terminaciones de lujo. Sin embargo, destacaron que el valor está dado por la “identidad” del Cabo Polonio, que “no existe” en otro sitio.

Se refirieron a la libre circulación de personas (los predios no están cercados) y a la prohibición de usar iluminación exterior para “no afectar las noches”, que son “espectaculares”. Pero, “claro, ya no es el pueblo hippie de antes”, afirmó una propietario.

Gabasol posee 211 hectáreas donde hay cerca de 80 construcciones y unas 80 hectáreas de bosque. Desde su creación en 2001 tiene 104 integrantes, pero no todos tienen casa. Por eso, la sociedad está en conversaciones para que se le autorice a realizar edificaciones en el predio, informaron.

Las fuentes dijeron que es el único colectivo entre los actores privados del Polonio que tiene “todo en regla”, lo que otorga certeza a quienes ingresan a la sociedad, en contraste con la “problemática dominial de vieja data” en otras zonas del balneario.

Detallaron que quien ingresa a Gabasol compra una acción con derecho al uso de una de las casas que posee la sociedad. La acción que adquiere se relaciona con la vivienda a través de un contrato de uso y habitación, que se otorga por el tiempo que dure la sociedad (que según sus estatutos son 100 años desde la constitución de la persona jurídica).

El contrato establece, entre otras cuestiones, la obligación de pagar las expensas, gastos comunes e impuestos que determine la sociedad.

Apuntaron que la carga impositiva de Gabasol es “importante” por las dimensiones del predio, y que además de la contribución inmobiliaria paga a la Intendencia de Rocha un impuesto anual de 50 unidades reajustables por cada casa.