Desde hace un tiempo no muy lejano, varios políticos locales se han convertido en los paladines virtuales. Son una clase de “político” con escaso caudal electoral, que debe legitimarse como “líder de” y estar diariamente en los medios; no importa lo que diga, siempre debe ser algo agradable a los necesitados.Eso los engrandece y les hace creer que son la esperanza.
O sea están "showbisnizados" en los grupos de interacción en las redes sociales con el objetivo de hacer del espacio virtual "su territorio "no solo para hacerse presente ,sino para arrimar agua a su molino.
Políticos que sufren de nomofobia, miedo a vivir la vida cotidiana sin el teléfono móvil .
Llegado el momento del sufragió y una vez culminado sabremos si los "paladines virtuales" logran mantener la supuesta cercanía y popularidad que dicen tener, gestada por el uso del mercadeo digital.
José Luis Orihuela en un estudio del comportamiento de los políticos en las redes sociales afirmó
que los medios sociales en una campaña electoral ya no pueden entenderse como una plataforma adicional para la distribución unidireccional de propaganda y mensajes precocinados.
Orihuela señala que estar en los medios sociales hoy quiere decir estar dispuesto a escuchar, a responder y a cambiar. Los partidos que usen bien los medios sociales tendrán que abrir sus programas electorales y recoger los proyectos y las demandas de la gente.
Los ciudadanos ya se están expresando en los medios sociales y, por ejemplo, van a castigar a los políticos que han aprobado leyes en contra del interés general y a favor de los grupos de presión de las industrias culturales. El impacto a medio plazo de los medios sociales en la política, trasciende a las campañas electorales y transforma tanto las funciones de la política como los modos de gobernar.