lunes, 30 de mayo de 2011

“Juana, escándalo en la luz”

Escribe: Rodolfo Benencio.-Se exhibe en el Centro Cultural de Rocha, la muestra “Juana, escándalo en la luz”, que repasa vida y obra de la conocida petisa uruguaya.

Durante esta semana se puede apreciar en el Centro Cultura “María Elida Marquizo”, de nuestra ciudad, la muestra “Juana, escándalo en la luz”, realizada por el Centro Cultural España.
Esta muestra aporta una visión nueva, presentando piezas nunca antes exhibidas,  gracias a la colaboración de colecciones públicas y privadas: objetos, manuscritos, textos hasta ahora públicamente desconocidos, archivo de voz de sus conferencias más famosas, así como un video con la imagen de Juana en movimiento, ya en sus últimos años. Además, podrá apreciarse su vestimenta y adornos más emblemáticos.
PRESENTACIÓNEl director del Centro Cultural, Profesor Néstor de la Llana, explicó en la inauguración de la muestra que la figura de Juana “sin lugar a dudas es una figura muy rica en la literatura uruguaya, discutible en algunos aspectos. Muchos la acusaron de sumisa al poder masculino, pero a su vez la sensualidad de parte de su poesía fue de alguna manera transgresora para su época, y el propio Jorge Arbeleche, uno de los críticos más conocidos de la obra de Juana, destaca en ella fundamentalmente la rebeldía más allá de la sensualidad. Al titular Escándalo en la luz, el Centro Cultural España estaba aludiendo a un poema de Juana, uno de sus más hermosos sonetos, que se llama Rebelde y que prueba de alguna forma esa actitud de la mujer que no solamente renegó de la condición de mujer ante las ventajas de ser hombre, algo que aparece muchas veces en sus poemas... Este Rebelde alude a un mito muy conocido, de la laguna Estigia o el río Aqueronte, que según los griegos, es el agua que separa el aquí del allá, la vida de la muerte. Y que según la leyenda un barquero  cobraba por pasar al otro lado, donde esas almas iban temerosas, y Juana imagina ese momento, y no imagina la muerte asociada a la quietud, imagina la muerte como algo tremendamente bullicioso, un verdadero escándalo, y se lo dice al barquero...”
REBELDÍA
Según expreso Jorge Arbeleche con motivo de la realización de esta muestra, “si bien es cierto que la crítica ha sido frecuente con la obra y la figura de Juana de Ibarbourou,
no puede ni debe desconocerse que su poesía, e incluso su narrativa, han sido leídas
bajo una mirada siempre con dirección preestablecida. En el comienzo de su itinerario artístico, las voces de Miguel de Unamuno, Alfonso Reyes, Gabriela Mistral o Alberto Zum Felde, marcaron una línea de lectura que, no por cierta, dejaba de lado otras facetas de una personalidad artística que se vio así, si no empequeñecida, sí limitada. Esa hoja de ruta mencionada destacaba de un modo especial, la frescura y la inocencia. Llegó incluso a remarcarse una suerte de sumisión en la relación amorosa establecida bajo los
cánones de superioridad masculina sobre la sutil femineidad. Se dejaba de lado toda una cara de ese prisma multifacético que en esencia posee toda personalidad artística. Juana tuvo todas esas cualidades mencionadas por sus críticos y valoradas por su público. Pero además de las ya citadas no puede soslayarse una que creo esencial: su rebeldía.
Nada más explícito al respecto que el soneto Rebelde escrito en plena juventud, donde la atrevida proposición al mítico barquero Caronte, adquiere relieves mucho más proyectivos que el meramente cronológico – vital. Allí hay destellos de una visión tempranamente metafísica como es la rebelión ante la ley inexorable de la Muerte y la sustitución de ésta por la asunción del escándalo como escudo defensivo pero también ofensivo en el combate inevitable. Esa rebeldía es la que percibió una escritora muy posterior a Juana, como es Cristina Peri Rossi quien, ante una encuesta acerca de qué poemas le había impresionado más en la vida, respondió que el soneto Rebelde de Las lenguas de diamante era el que ella elegía. Esta anécdota tiene más de una lectura. Una de ellas puede bien ser ésta: una poeta y una mujer, Peri Rossi en este caso, muy posterior generacionalmente y de diferente estética y personalidad, supo muy bien leer en profundidad esa línea de la poesía de Juana que aparece siempre, y que la crítica, no sólo la contemporánea sino la posterior, no supo ver ni menos valorar. Generalmente, cuando se habla de Ibarbourou, inevitablemente se trae a colación el nombre de la Agustini, como si Delmira y Juana fueran competidoras en algún campeonato insólito e
inverosímil. Porque la Poesía se vive y se escribe, pero no es ni debe ser nunca competencia. Es más, muchos de los críticos han sostenido que en el erotismo de Las Lenguas de diamante o Raíz Salvaje hay una actitud sumisa de la Mujer frente al Hombre, de acuerdo a una línea moral tradicional. Parecería que en esa lectura, sesgada e incompleta, no hubieran advertido el uso preponderante que hace Juana del modo imperativo cuando reclama al Amado para la consumación del Amor. H ay en ella más sensualidad que sexualidad, sensualidad que se extiende a todos los ángulos y perspectivas de su universo. En éste, es ella la dueña del timón y quien indica el derrotero...”

Leticia Nicodella, de la Escuela Municipal de Arte Dramático, compartió el poema.
Rebelde
Caronte: yo seré un escándalo en tu barca.
Mientras las otras sombras recen, giman o lloren,
y bajo tus miradas de siniestro patriarca
las tímidas y tristes, en bajo acento, oren,
             
Yo iré como una alondra cantando por el río
y llevaré a tu barca mi perfume salvaje,
e irradiaré en las ondas del arroyo sombrío
como una azul linterna que alumbrara en el viaje.
             
Por más que tú no quieras, por más guiños siniestros
que me hagan tus dos ojos, en el terror maestros,
Caronte, yo en tu barca seré como un escándalo.
             
Y extenuada de sombra, de valor y de frío,
cuando quieras dejarme a la orilla del río
me bajarán tus brazos cual conquista de vándalo