Las declaraciones del presidente José Mujica anunciando que está afín de privatizar arenales en la costa atlántica de Rocha provocaron reacciones en residentes de la zona.
El guardaparque de la zona, Juan Carlos Gambarotta, empezó una campaña para oponerse a la propuesta y envió una carta al presidente Mujica.

El guardaparque le pidió a Mujica que "abra los ojos y note que la mitad de las cosas no giran en torno al dinero". También dice que, a su entender, la "peor crisis" es la "confusión de valores".
"Recapacite y lejos de vender esas dunas haga que el Parque Nacional Cabo Polonio, cuya inauguración tuvo repercusión internacional, sea un parque nacional de verdad. Y ¿sabe una cosa?, se sorprenderá por la productividad que tendrán esas dunas que usted quiere vender".
En su blog, Amigos y Áreas Protegidas, Gambarotta destacó el número de personas que se acercaron para "defender" las "sagradas dunas".
Cabo Polonio, incluidas la dunas y las islas, ingresó en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) y fue declarado dentro de la categoría de "Parque Nacional" en el año 2009. Allí se determinó que el balneario puede recibir turistas y hospedar pobladores pero en "zonas limitadas". Las actividades, en tanto, son "reguladas" y tienen "controles específicos" a cargo del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.
En la resolución que firmó en ese entonces el Poder Ejecutivo se especificó que las dunas tendrían "medidas de conservación más estrictas que otras partes de Cabo Polonio".
Es una área rocosa de 30 hectáreas con una elevación de 15 metros sobre el Océano Atlántico. A ambos lados de la encrespada punta se extienden dos playas, la Calavera y la playa Sur. Detrás, como un horizonte siempre cambiante, las dunas móviles. El Cabo ha sido declarado "Monumento Nacional de Dunas" y se encuentra sometido a un plan de ordenamiento que se está implementando.
Las dunas del Polonio, que años atrás eran más numerosas, se trasladan y cambian de ubicación como si tuvieran vida propia. Por decreto presidencial, en 1966, fueron declaradas "monumento natural", lo cual no ha impedido la construcción irregular que atenta contra la supervivencia de esta maravilla.
Las dunas móviles son un sistema en el que el viento es el elemento central en el traslado de arena y alimentación de las dunas. Estas "viajan" desde el sudoeste al noreste, unos 5 metros por año, aportando arenas a otras playas cercanas.
"El sistema de dunas de Cabo Polonio es único en el territorio uruguayo y constituye una de las pocas áreas de dunas móviles costeras de la región que llegan a superar los 20 metros. Alberga ecosistemas (...) que merecen ser conservados desde el punto de vista de la diversidad genética, del valor paisajístico, científico y cultural, incluyendo el arqueológico", sostiene un estudio efectuado por al Facultad de Ciencias en 1992.
La forestación emprendida en los años 70 para "fijar" las dunas tuvo un efecto negativo. Estudios más recientes demuestran que las plantaciones de pinos y acacias detienen los movimientos naturales de las dunas erosionando algunas áreas y disminuyendo el aporte de arena a las playas, que cada vez son más angostas. El uso excesivo de vehículos 4x4 también afecta a este excepcional sistema.
No existe ruta que permita acceder en automóvil. Para llegar al Cabo, se puede recurrir al servicio de carros tirados por caballos, de jeeps o vehículos todo terreno, que ingresan a través del camino que parte del kilómetro 264 de la ruta 10.
Las mismas opciones se ofrecen en el balneario Barra de Valizas, desde donde, además, se puede ir caminando por la playa, atravesando las dunas.
Las dunas de Cabo Polonio alcanzan hasta 30 mertros de altura y a pesar de haber sido declaradas monumento natural, su belleza y fragilidad son tales que, cualquier modificación producida en el entorno, puede hacerlas desaparecer.
Las reacciones no se hicieron esperar. La residente Nancy Amor, que vive desde hace ocho años en Cabo Polonio, y que tiene su casa en la Playa Sur, comentó sobre las declaraciones del presidente.
“Obviamente el presidente no ha estado muy al tanto. No ha sabido el proceso que ha tenido Cabo Polonio desde el ’68, que empezó el proceso para áreas protegidas. Las dunas son un patrimonio, es como vender el Palacio Leislativo. Son un atractivo, vender las dunas significa que las dunas van a desaparecer (…) Obviamente, no puedes construir en una duna, tiene s que hacer un proceso para que la arena no avance, no se mueva. O sea, en las dunas mismo es imposible”
Nancy se refirió también a las dunas y sus características. “Las dunas son móviles, no permanecen para siempre en el mismo lugar. Por algo la población se ha asentado en la costa, no en las dunas (…) Y vendes la duna, y el que lo compra pretende hacer una edificación y para edificar hay que modificar la duna. O sea, hacer un proceso para que la duna deje de moverse, que deje de ser duna”
Otro que se sumó a la polémica fue el titular del Instituto Nacional de Colonización, Andrés Berterreche, quien le contestó al guardaparque Gambarotta. Lo primero que dijo Berterreche fue que no había escuchado al presidente decir que era su intención vender las dunas del Polonio.
Berterreche dijo también que “la mayor parte del Área Protegida ya está en manos de privados (…) Si usted considera que eso implica automáticamente la desvalorización del área debería haberlo planteado hace bastante tiempo, antes de horrorizarse porque una fracción menor pase al Instituto de Colonización” expresó.