Las altas temperaturas y los vientos que soplan fuerte en la zona del incendio a cuatro kilómetros de Punta del Diablo agravan la situación, mientras que se maximizan los esfuerzos mediante cortafuegos para impedir el avance del mismo y poner fuera de peligro a los balnearios, sin que se encuentre todavía afectada ninguna propiedad.
Según dijo a EL PAÍS digital el vocero de Bomberos, José Escalada, el cambio de orientación del viento hizo que "se modificara el plan estratégico" de las dotaciones que combaten el incendio, porque el fuego comenzó a propagarse hacia el balneario La Esmeralda.
Se trata de un incendio que abarca campos costeros y boscosos, cuya magnitud se torna difícil de estimar, puesto que hay lugares prácticamente impenetrables en donde se aprecian cortinas de humo.
Más de ciento cincuenta hombres trabajan en medio de una zona caliente por los espacios quemados que elevan la temperatura. Por otro lado la aparición de numerosas cruceras que intentan huir, se torna muy peligroso para quienes buscan detener las lenguas de fuego.
Además, se debió pedir refuerzos a las Fuerzas Armadas, que aportaron helicópteros y maquinaria. "Se trabaja (también) con palas combinadas, una topadora de la Intendencia de Rocha y bulldozer", señaló Escalada. EDUARDO GONZÁLEZ - Elpais.com.uy
