martes, 24 de abril de 2012

ahora cada semana



Consejos para tener en perfectas condiciones las estufas


Nada mejor que el queroseno o alcohol azul para mantener bien las partes de metal de las estufas.
Ir pasando cepillo o escoba, cerrar el tiro para no levantar polvo y hollín, hacerlo con una escobilla algo mojada (tener el atomizador con agua a mano).
Cuando limpiamos las cenizas, hay que tener un recipiente de metal, pala de lata y un cepillo de alambre, no usar papel ni plástico.
No se te ocurra limpiar con la aspiradora.
Colocar hojas de té o borra de café húmedas sobre las cenizas para no levantar polvo.

Las estufas de ladrillo se limpian bien con agua y un chorro de vinagre de alcohol; el jabón deja marcas.
Las de piedra se limpian con agua, si están manchadas lo mejor es pasar una solución de agua con lavandina, enjuagando varias veces solo con agua, secando.
Las manchas de hollín se limpian con una solución de agua con detergente y un polvo pulidor, se pasa con cepillo, enjuagar y secar.
Las de azulejos se limpian con viruta fina y detergente, enjuagar y secar.
Las de mármol se limpian con una solución de 1 litro de agua, 2 cucharaditas de detergente y 2 cucharadas de bicarbonato de sodio. Secar y dar brillo con un pedazo de paño de lana o de tela de arpillera.

Preparar una solución y tenerla pronta en un bidón: poner a hervir para cada litro de agua 120 gramos de jabón en barra (usar los restos que siempre tenemos), dejar que se disuelva, dejar que se enfrie y agregar 225 gramos de tiza rallada o polvo pulidor y 120 cc de amoníaco para uso doméstico, usar guantes y tapaboca. Es un limpiador que sirve para distintos tipo de superficies. Ideal para mantener el parrillero impecable.

Para saber si la chimenea está tapada, cuando se enfría prender unas hojas de diario sobre la boca y si el humo no sale rápidamente por el tubo está bloqueada.
Para deshollinar quemar las cáscaras de papa.
Si están muy sucias es mejor hacer una buena limpieza, llamando a un deshollinador.

Mi madre tiraba cáscaras de limón o naranja sobre el fuego encendido, lo que dejaba la casa con un perfume delicioso, son de las cosas que sigo haciendo en recuerdo de una mujer maravillosa e inolvidable. Si tengo algún nieto cerca le digo que eso me lo enseñó su bisabuela. Las pequeñas cosas de cada día mantienen vivos los recuerdos y el calor de una estufa es un buen lugar de encuentro para la familia y amigos...
Nos leemos la semana que viene!!