
Desde este 1 de mayo y durante 3 días se realizara en Rocha ,la primera marcha ecuestre para reivindicar las figuras de Leonardo Olivera y Francisco de Los Santos.Se partirá desde la Sociedad Criolla Leonidas Pereyra de la ciudad de Rocha.
Participaran instituciones pùblicas y tradicionales con el mismo objetivo dijo Pereyra ,el rescate de nuestro patrimonio histórico cultural .
Pasado el mediodía del primero de mayo se estará arribando a Miradores de Costa Azul informo el organizador ,para rendirle homenaje a Carlos Izaguirre.Esta etapa llevara su nombre en reconocimiento a todo lo que nos dejó y reivindicar que estamos detrás de sus huellas por la vida para instaurar a nuevas generaciones el ideario Artiguista.
La segunda etapa se saldrá hasta el Parador de ingreso al
Cabo Polonio, etapa denominada Benicio Pereyra, en homenaje a un hombre
profundamente enraizado con el lugar y el primer carrero hacia los dominios de
las dunas.
La tercera etapa es el próximo sábado 3 de mayo pasando por
el lugar de nacimiento de Leonardo Olivera, conocido el lugar como Vuelta del
Palmar, donde se realizara un toque de clarín acargo de la unidad militar con asiento en nuestra ciudad que lleva su nombre.
También se llegará al lugar donde nació Francisco de los Santos, informò Pereyra, para
finalmente arribar a la Sociedad Fomento Rural de Castillos. La marcha se
denominará en esta etapa con el nombre del recordado historiador y abogado,
Amadeo Molina Faget.
Habrá fogón federal todas las noches con reconocidos
historiadores y músicos de la zona con letras del lugar y a los homenajeados en
la marcha.
El domingo 4 de mayo se emprenderá la vuelta con la
tranquilidad y la satisfacción del deber cumplido, haciendo una visita a la
Sociedad Rural 19 de abril.
Un paisano rochense : Francisco de los Santos, el Sargento olvidado. Texto de Julio Dornel
Francisco de los Santos había nacido el 29 de enero de 1788,
hijo de Miguel de los Santos y Francisca Hernández, ambos indígenas de origen
guaraní.

De los Santos es la figura
legendaria del llamado “chasque” de Artigas, “un personaje que se entremezcla
entre la leyenda y la realidad”. Sin embargo la gesta del “chasque” artiguista
y su personalidad no tienen la difusión que corresponde, si tenemos en cuenta
que su conducta ejemplar la ha convertido en uno de los episodios más
importantes de nuestra historia patria.
Corrían los primeros días de septiembre del año 1820 cuando
el General Artigas vencido por la adversidad, resuelve su viaje al Paraguay y
al hacer un balance en sus alforjas se encuentra con 4.000 patacones que muy
bien le podrían servir en tierras paraguayas para solventar sus gastos. Sin
embargo antes de emprender el camino del destierro voluntario y definitivo,
resuelve desprenderse de lo que era toda su fortuna para pagar la libertad de
sus Oficiales. Entre sus seguidores se encuentra un paisano rochense de 32 años
de edad a quien Artigas sabía honrado y valiente. El sería el encargado de
cumplir la última orden del Jefe en desgracia, que traicionado y vencido
vaciaba sus alforjas para que Lavalleja, Otorgués, Bernabé Rivera, Manuel
Artigas y otros Orientales pudieran recuperar la libertad. Tuvo que recorrer
caminos intransitables para cubrir cientos de leguas, por valles y selvas que
no conocía hasta llegar finalmente a Río de Janeiro portando entre los
cojinillos los 4.000 patacones. De esta manera el soldado rochense, cuya
pequeña estatura agrandaría la historia, llegaba a la prisión brasileña para
obtener la libertad de los oficiales artiguistas.
Pensamos que se debe evocar y difundir más el gesto del
soldado De los Santos que pudo muy bien desobedecer al Jefe derrotado y
procurar su rancho con los 4.000 patacones. Sin embargo, el sentido del deber,
lo llevaría a realizar este viaje sin precedentes que con el paso de los años
se ha convertido en un bello ejemplo de moral, honradez y patriotismo. Esta proeza
constituye uno de los episodios más admirables de la época artiguista
pudiéndose observar por un lado la reiteración de la conducta desinteresada de
Artigas, al desprenderse de una elevada suma y por el otro la parición de un
modesto personaje rochense que superando las dificultades del largo camino,
cumplió finalmente la orden del Jefe.
Posteriormente volvió al país participando activamente en la
cruzada libertadora donde fue ascendido a Teniente Coronel en 1832 y a
Comandante Militar de Rocha en 1837.
Hace algunos años fué recordada la hazaña
del Sargento De Los Santos señalándose en la parte final de un poema publicado
en el libro EL CHASQUE DE ARTIGAS del profesor Jesús Perdomo:
“Símbolo de un tiempo que pasó a la historia
evocarte quiero, Sargento olvidado
para que tu pueblo de poca memoria
recuerde una hazaña que nadie ha igualado”