miércoles, 4 de febrero de 2015

MENSAJE DE DESPEDIDA DEL JEFE DE BATALLÓN - TTE. CNEL. ANTONIO F. OLANO ARBIZA – CON MOTIVO DE SU ALEJAMIENTO DEL CARGO.

Luego de tres años, el próximo 12 de febrero a las 1100 horas estaré relevando el cargo de Jefe del Batallón “Gral. Leonardo Olivera” de Infantería Mecanizado N° 12, habiendo sido casualmente mi primer destino como Oficial hace 27 años, (mantengo fresco en mi memoria el recuerdo de mi arribo pasando entre las palmeras que flanquean su entrada principal en un caluroso día de febrero de 1988). 














Es muy difícil expresar con palabras los sentimientos que afloran en estas circunstancias: agradecimiento a la vida por tener la oportunidad de comandar una de las Unidades más importantes y prestigiosas del Ejercito Nacional, a su sacrificado y noble personal por su compromiso, dedicación y lealtad, al mando por confiar en mí para este cargo, a mi familia y en particular a mi esposa por su apoyo incondicional, a la sociedad de Rocha por haberme hecho sentir uno más, a las instituciones y fuerzas vivas en general con quienes hemos interactuado en un marco de cordialidad y apoyo mutuo, atendiendo y participando en el “quehacer” de la sociedad en un estrecho vínculo que ha generado una especial y positiva sinergia del cuartel con su pueblo en las múltiples y variadas actividades en las que hemos intervenido permanentemente.
Sin duda, para ello, su principal fortaleza radica en esa especial característica de éste Batallón donde sus integrantes provienen de todos los puntos cardinales del Departamento, siendo quizás la Institución más representativa en este sentido y causa de esa simbiosis tan peculiar y también a su espíritu heredero de las legendarias huestes de Leonardo Olivera, el “León del Este”, sintetizado en el lema de su Escudo de Armas: “ Antes muertos que vencidos”.
A través de este mensaje de despedida, envío mi afectuoso saludo y eterno reconocimiento a la comunidad rochense, a sus autoridades y representantes institucionales y sociales, y muy especialmente a cada uno de los integrantes de mi querido Batallón y Compañía San Miguel, en actividad y retiro, haciéndolo extensivo a sus familias.
Comandar el “Doce de Infantería” ha sido una experiencia de vida inigualable en lo personal y profesional, razón de mi mayor desvelo al que me he entregado de cuerpo y alma con todas mis energías y limitadas capacidades. Altísimo honor que se me ha conferido y motivo de un orgullo intransferible. Solo espero haber estado a la altura de las circunstancias. Gracias a todos y hasta siempre!