martes, 3 de febrero de 2015

¿Qué es y cuál es el riesgo de la bacteria Vibrio vulnificus?

La bacteria Vibrio vulnificus, que apareció en Punta del Este y Piriápolis entre diciembre y enero, infectó a cuatro personas de las cuales dos fallecieron. Ser Médico conversó con el Dr. Julio Medina, profesor agregado de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de la República.






Medina explicó que el género Vibrio se clasifica dentro de la familia Vibrionaceae, siendo los más relevantes: Vibrio cholerae y Vibrio parahaemolyticus, causantes de diarrea, y Vibrio vulnificus asociado a infecciones invasivas y graves.

Vibrio vulnificus es un bacilo Gram-negativo curvo, anaerobio facultativo y halófilo causante de dos entidades clínicas bien definidas de acuerdo a la puerta de entrada del microorganismo. Una es la sepsis primaria debido a la ingesta de productos marinos (almejas y otros mariscos o pescados) mal cocidos o crudos, especialmente en pacientes inmunodeprimidos. La otra es la infección de partes blandas (celulitis, miositis y/o fascitis necrosante) a través del contacto con el agua de mar de heridas preexistentes o adquiridas en el ambiente marino.

Esta bacteria se puede encontrar en las aguas marinas costeras y estuarios en zonas de climas tropicales y subtropicales que poseen grado moderado de salinidad y temperaturas que usualmente superan 18 °C. En lo que respecta al marisco, los moluscos, que son filtradores, adquieren Vibrios como parte de su microflora normal durante los meses estivales.

En definitiva, el consumo de mariscos, la exposición al agua a través de las actividades deportivas y recreativas, y el aumento de la densidad de vibrios en aguas marinas durante los meses más cálidos son las causas que explican esta tendencia estacional de las infecciones.

Algunas regiones litorales de los Estados Unidos de América (EE.UU.) como las regiones costeras de Florida, Golfo de México, Nueva Inglaterra y noreste del Pacífico son más propensas a la reproducción de este microorganismo, así como algunas áreas de China y Tailandia, según explica el especialista. Con respecto a la región, se han reportado casos aislados de infección grave en América Latina, como en Chile, Brasil, Perú y Uruguay. El primer caso en Uruguay, reportado en la literatura, data de 2001 y corresponde a  una sepsis por Vibrio vulnificus, explica Medina.

Infección y riesgo

Luego de la exposición, los microorganismos alcanzan el torrente sanguíneo por la piel o la invasión de la mucosa intestinal y se multiplican produciendo hemolisinas, citolisinas y proteasas que causan un extenso daño celular y están implicadas en el desarrollo de sepsis. El hierro es un importante factor de crecimiento de las bacterias- por lo tanto, los pacientes con hemocromatosis y anemia hemolítica son un grupo especialmente propensos al desarrollo de la infección por este microorganismo, señala el infectólogo.

Otros grupos de riesgo son portadores de enfermedades hepáticas como la cirrosis, la hepatitis B y C; cáncer; VIH-SIDA; talasemia; anemia aplásica; trasplantados renal o hepático; pacientes bajo tratamiento inmunosupresor (quimioterapia, corticosteroides, ciclosporina, tacrolimus); pacientes en hemodiálisis; esplenectomizado y diabéticos.

Cuadro clínico y mortalidad

La tasa de mortalidad del 25% es la mayor entre las infecciones debidas a las especies de Vibrio y se calcula que Vibrio vulnificus representa el 90% de todas las muertes relacionadas con consumo de marisco en Estados Unidos.

Con respecto a la sepsis grave de partes blandas la mortalidad puede llegar al 50% o incluso ser mayor según las comorbilidades, inmunidad del paciente, disfunción multiorgánica, evolución al shock séptico o síndrome compartimental, entre otros.

La mayoría de los pacientes que desarrollan sepsis tienen entre 50 y 60 años, siendo el 82% hombres.

En los pacientes inmunocomprometidos, explica Medina, tiene la capacidad de invadir el torrente circulatorio sin provocar síntomas gastrointestinales. El cuadro clínico se caracteriza por un inicio brusco de escalofríos y fiebre, seguido, con frecuencia (1/3 de los casos), de hipotensión y, en general (3/4 de los casos), de lesiones cutáneas metastásicas al cabo de 24-48 horas del inicio. Estas lesiones se inician como un eritema que evoluciona rápidamente a ampollas hemorrágicas o vesículas y a posteriori a úlceras necróticas. La celulitis es intensa y se desarrolla rápidamente con una vasculitis necrosante y la formación de una úlcera es tanto en individuos sanos como en huéspedes inmunocomprometidos, siendo frecuente la bacteriemia.

"Los médicos debemos estar atentos a etiologías diversas cuando nos enfrentamos a una infección grave de partes blandas: Streptococcus grupo A, Staphylococcus aureus, Polimicrobiana, Pseudomonas sp, Clostridium perfringens, Pasteurella multocida, Aeromonas hydrophila entre otros, donde Vibrio vulnificus es una etiología poco frecuente pero que debemos tener presente", señala.

Tratamiento

En el tratamiento de la infección grave de partes blandas debida a Vibrio vulnificus es decisivo el abordaje quirúrgico precoz y la administración de antibióticos adecuados porque el proceso puede progresar con rapidez.  Se debe consultar precozmente al cirujano para el desbridamiento de todo el tejido desvitalizado, alerta el médico. Y añade que el tratamiento antibiótico recomendado es una biterapia intravenosa con cefotaxime o ceftazidime 2 gramos cada 8 horas o ceftriaxona 1 gramo cada 12 horas  + doxiciclina 100 mg vía oral o intravenosa (en Uruguay no se dispone de doxiciclina intravenosa). En lugar de doxiciclina también es de alternativa ciprofloxacina 400 mg intravenoso cada 8 horas o levofloxacina 500 mg intravenoso o vía oral cada 12-24 horas. El ajuste de dosis y las vías de administración dependerán de la gravedad del proceso infeccioso. Incluso hay casos descritos de triterapia antibiótica en pacientes muy graves con shock séptico compuesta por uno de los betalactamicos descritos + una de las quinolonas descritas + doxiciclina.

Prevención

En la actualidad, el único medio eficaz de prevención es la cocción cuidadosa del pescado y el marisco, sobre todo para la población en riesgo ya analizada. No comer mariscos que no se abran durante la cocción. Es importante utilizar guantes para manipular las ostras o mariscos crudos.

También deben evitar la exposición de heridas abiertas al agua de mar sobre todo cuando la temperatura del mismo está por encima de los 18 ° C.

Las personas con heridas abiertas deben lavar cualquier herida que se expone al agua de mar con agua limpia y jabón. Buscar inmediatamente atención médica ante cualquier herida que aparece infectada o dolor severo de miembros inferiores.

 fuenteSerMedico 

SMU