Las bajas de precios internacionales y la disminución de la producción presentan una perspectiva de facturación de 900 millones de dólares menos que en 2013 y 2014, dijo en De Ocho a Diez programa de Radio Uruguay ,el especialista en negocios agropecuarios Rafael Tardáguila.
Por otro lado, agregó, el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos hace que los inversores que optaban por los países emergentes redirijan sus capitales al país del norte.
La falta de agua provocará disminución de rendimiento y por lo tanto impactará en la rentabilidad, apuntó. “Dejó de llover y lo que se venía apara una producción de soja de 4.000 toneladas va a estar en unas 3.800”, ejemplificó.
De todas maneras, dijo Tardáguila, ningunas de esas condiciones eran posibilidades descartables. Ninguna de ellas estaba “fuera del maso”, comentó.
“No es una coyuntura, es un nuevo escenario”, enfatizó Tardáguila. El devenir de suba constantes de precios no será una característica de los años próximos, advirtió. “Pero no es una catástrofe”, dijo sobre el presente y futuro del agro.
“Uruguay va a seguir siendo un país agrícola-ganadero”, comentó. Más allá de vaivenes económicos, el suelo uruguayo es naturalmente ganadero y hacia esa producción retornarán productores.
Agregó que la reconversión a la ganadería de áreas dedicadas a agricultura durante los últimos años puede alcanzar un costo de 1000 dólares por hectárea.