En las imágenes, captadas desde el coche patrulla del propio policía la noche en que se produjeron los hechos, en octubre de 2014, se aprecia cómo el agente dispara repetidas veces contra el adolescente, de 16 años, quien se encuentra a cinco metros y más bien se va alejando de los policías.
La acción del agente es especialmente cruel porque, como se aprecia, la víctima sigue recibiendo disparos, y contorneándose su cuerpo, una vez abatido en el suelo.
Según argumentaron los fiscales durante la vista, en ningún momento se aprecia que McDonald se acerque al policía ni haga mención de hacerlo. La Policía había alegado que el tiroteo se produjo durante la investigación de un robo en serie de automóviles, y que la víctima portaba un cuchillo cuando se produjo el tiroteo del agente. En las imágenes no llega a apreciarse si la víctima porta o no el arma blanca.
A pesar de que se han producido muchos casos de abuso de autoridad y de tiroteos de policías blancos contra jóvenes afroamericanos en una de las ciudades más conflictivas, es la primera vez en 35 años que un oficial de Chicago es acusado de asesinato en primer grado por un suceso ocurrido durante horas de servicio.
Horas antes de la difusión del vídeo, la Policía establecía un dispositivo de seguridad, en previsión de que se produjeran incidentes durante la noche.
Ante esa posibilidad, la familia del adolescente muerto llamaba a la calma: «Nadie puede estar más indignado que nosotros, pero urgimos a todos a que cualquier protesta que se produzca sea pacífica». Incluso, los familiares de McDonald se habían opuesto a la difusión de las imágenes, que el juez decidió un día después de que legalmente quedaran liberadas para ser emitidas.
fuenteABC.ES