Las irregularidades más constatadas por el personal que actúa en los distintos procedimientos son: chasis limado, falta de documentación, casco, chaleco reflectivo, matrícula, luces apagadas y, en varias ocasiones evaden el control policial.
Cuando se constata una infracción, se llena un formulario con todos datos de la moto, lo que encuentra en regla y lo que no, se detalla la infracción que cometió y dónde se depositará la moto recién incautada.
Una vez que el conductor paga la multa en la Intendencia, se dirige a la DNGR a retirar su vehículo.
Desde el ministerio del interior señalan que el operativo Aruera es positivo: de cada tres motos que se paran una esta en infracción y es incautada.