Un informe de la OPP advierte que si bien este recurso es abundante en el país, "su disponibilidad con determinado nivel de calidad" está comprometida.
La cantidad de agua potable en Uruguay está llegando a su límite, según el Reporte Uruguay 2015 que presentó el martes la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).
"Si bien el agua en Uruguay es abundante, su disponibilidad con determinado nivel de calidad para ciertos usos, como el agua potable (con un nivel tecnológico dado), está llegando a sus límites ", sostiene el documento.
Los estudios de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) sostienen que, en términos generales, la calidad del agua es relativamente buena. Sin embargo, el problema se presenta en la concentración de fósforo que "se dispara y excede varias veces los estándares legales o propuestos". Estos son, 25 microgramos por litro para curso de agua de clase III, según el Código de Agua.
Aunque el proceso de deterioro lleva "varias décadas", la pérdida de la calidad de agua "se ha hecho notoria" en los últimos años. Como casos concretos, el informe hace referencia de las últimas floraciones de algas y cianobacterias en distintas cuentas, así como la pérdida de calidad de agua potable en Montevideo (2013) y Maldonado este año, entre otros.
A principios de 2015, una nueva floración de algas en la laguna del Sauce hizo que el agua de Maldonado saliera de las canillas con gusto a barro y color amarronado. La situación se dio por casi 80 días, en medio de la temporada. Tal fue la situación que el presidente Tabaré Vázquez ordenó exonerar el 100% de las tarifas a todos los perjudicados, lo que demandó al un gasto de US$4 millones.
Esta semana las quejas de vecinos resurgieron, denunciando en las redes sociales y medios locales que el agua tenía un intenso sabor a cloro. Aun así, la intendencia dijo no haber recibido denuncias.
Factores
Entre los factores que perjudican esta situación, la OPP destaca la erosión de los suelos y el uso de agroquímicos. Según el informe, en los últimos 10 años aumentó el uso de fertilizantes y plagicidas: en 2014 se importó un 165% más que en 2004 y en 2013 un 185%.
Si bien un estudio de la Cámara de Agroquímicos (Camagro) demostró que la aplicación de plaguicidas habría descendido respecto a los volúmenes producidos. Es el volumen y el impacto que estos tengan sobre el suelo, el agua y el ecosistema lo que puede traer consecuencias negativas.
Por el momento, "no existen estudios concluyentes" en Uruguay que demuestren los efectos perjudiciales de los agroquímicos. Sin embargo, la OPP advierte que "si la eficiencia en la aplicación de agroquímicos contribuye a reducir el volumen de compuestos que llegan a los cursos de agua, sin duda será un camino que tomar y profundizar".
Otro de los factores son los efluentes de origen industrial arrojados a las cuencas. Entre 2010 y 2011 estos incrementaron en poco más del 10%, según el informe. Estos desechos son perjudiciales ya que reducen el oxígeno disuelto en el agua, "con lo que se genera un ambiente poco propicio para la vida y el desarrollo de muchos organismos aeróbicos, como los peces".
Pero también los efluentes domésticos dificultan el panorama, sobre todo los casos en que las personas realizan los desechos de manera individual, como los pozos negros, ya que no son adecuadas desde el punto de vista ambiental o sanitario. De igual modo, la OPP detalla que al día de hoy la Dirección Nacional de Agua (Dinagua) no posee datos oficiales sobre esta realidad.
Además del manejo que hagan los usuarios de sus desechos, también dificulta la falta de un sistema de tratamiento de efluentes domésticos previo al vertido. Esto ocurre en ciudades como Salto, Paysandú, Mercedes, Dolores, Colonia y Carmelo, que en total nuclean casi 284 mil habitantes. Como consecuencia, los habitantes optan por tirar los desechos en las aguas crudas río abajo, sin control alguno.
fuenteElObservador
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