En las ultimas horas la jueza Silvia Urioste decretò el procesamiento con prisiòn de M.B.L por un delito de violencia privada en régimen de reiteración real.
El docente del Centro Cultural Dos de Mayo ,había sido denunciado por violencia privada y atentado violento al pudor -ya que la figura de acoso sexual no existe en el Código Penal-, parte de la comunidad tildó de “regaladas” a las adolescentes denunciantes y las acusan de “poner en riesgo” la continuidad de las clases de teatro.
M.B.L envió desde el 2013 a decenas de alumnas a través del celular o por Facebook mensajes tales como “Hoy en el ensayo me dieron ganas de besarte”, “Qué linda que te queda la calza”, “Estoy acostado y me encantaría que estuvieras aquí conmigo” . Tres de ellas se animaron a denunciarlo .
Las denuncias fueron realizadas el 11 y 12 de setiembre del año en curso ante la comisaría 1a de Rocha y la 4a de Castillos -
Dìas antes de que la justicia se pronunciara sobre este caso ,M.B.L intentò suicidarse abriendo la llave del gas y consumiendo pastillas ,confirmaron fuentes policiales a Rochaaldìa el pasado mièrcoles .
Sema atràs caducó el plazo de la investigación administrativa iniciada por la Intendencia de Rocha para indagar sobre actuaciones irregulares del docente en la sala, como pernoctar allí y utilizar recursos públicos para cuestiones personales. La abogada sumariante, Verónica Veró, se negó a informar si su trabajo había concluido o si había solicitado una prórroga. “No voy a admitir presiones”, afirmó con evidente molestia.
Semanario Brecha publicò que el intendente Anìbal Pereyra manifestaba que no se le separaba del cargo al docente por no haber pruebas.“No hay pruebas. Solo hay acusaciones públicas”, señaló el jerarca. Asimismo, destacó el manejo inescrupuloso de la información por parte de los medios, “que es tan grave como las propias denuncias”, por someter a “escarnio público” al docente .
Tanto Pereyra como su directora de Cultura interpretaron que la lentitud de los tiempos judiciales ha de vincularse con la falta de asidero de las denuncias. “Debería haber actuado ya, si hubiera elementos”, dijo Pereyra.
Las denunciantes están disconformes con las respuestas institucionales que han recibido: desde Inmujeres les respondieron que no podían ni debían opinar porque el caso ya estaba judicializado, además de puntualizarles que dicho instituto se ocupa de monitorear las políticas públicas de género y sugerirles que “pensaran de verdad” lo que estaban haciendo y “bajaran un cambio”.
Eleonora Mato, docente de música del liceo de Castillos llamó a la Línea Azul de INAU pero le dijeron que no podían intervenir porque solo lo hacen en situaciones registradas a nivel doméstico.
“Me recomendaron que hiciera la denuncia desde el liceo, pero la directora me dijo que no le correspondía. La única institución que apoyó fue el hospital”, sostuvo la docente, afirmación que es compartida por las denunciantes y su abogada.
Una psicóloga del hospital de Castillos fue clave para poder fortalecer la autoestima de las adolescentes y empoderarlas para declarar, considerando que “por un beso no lo van a procesar”, indicó Sosa. Ella ha recabado pruebas para demostrar que el profesor cometió un delito continuado, bajo la tipificación de “violencia privada” (cuando una persona obliga a otra, bajo amenaza, a hacer algo que no quiere) y “atentado violento al pudor”. “Nadie pide que vaya a la cárcel, pero sí que lo retiren del cargo”, expresó la abogada.
informe elaborado en base a fuentes propias y semanario Brecha