Estos artrópodos son cotizados en Europa como mascotas por su bajo costo de mantenimiento y reducido hábitat en cautiverio.
En Uruguay, estos ejemplares viven en el norte del país y contribuyen a mantener el ecosistema del lugar ingiriendo insectos.
Las arañas, que primero eran enviadas a República Dominicana, viajaban apiñados en cajas de plástico, envueltas en bolsas de nylon y dentro de sobres de manila.
Los funcionarios del correo sospecharon del contenido de los sobres y denunciaron el caso a las autoridades policiales.
Varios de los arácnidos ya habían fallecido, pero el resto fue entregado al Instituto Clemente Estable que los mantiene en cautiverio hasta disponer su reinserción en el hábitat natural.
Anita Aisenberg, investigadora grado 4 del Instituto, dijo que no es la primera vez que se descubre un contrabando de este tipo.
En el año 2007 se evitó uno que pretendía sacar del país a más de 600 ejemplares.
fuenteRNU
