El 26 de diciembre de 2012 el Parlamento aprobó la ley 18.191 que prohíbe la venta de vehículos nuevos sin esos elementos de seguridad.
Según Furas, la normativa uruguaya debería contemplar el uso de ganchos isofix para fijación de sillas infantiles así como la obligatoriedad del sistema de control de estabilidad ESP, también para la venta de autos nuevos, tal como ocurrirá en Argentina a partir de 2018.
“El ESP es el elemento que más vidas salva luego del cinturón de seguridad”, aseguró el técnico que cuestionó las presiones que las marcas ejercen sobre los gobierno.
Asimismo, se refirió a los costos de los elementos de seguridad: un módulo de airbags cuesta 250 dólares, el sistema ESP no supera los 50 y los ganchos isofix no más de 10 dólares.
“Ese conjunto de elementos de seguridad no vale más de 300 dólares”, afirmó Furas, “la pregunta es cuánto vale un uruguayo muerto, alrededor de 35.000 dólares según las aseguradoras. En Europa un fallecido vale 800 mil dólares, es más caro lo que va adentro del auto que el auto mismo”.
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