Escribe, Martín Valdez Vega.
Edil Lista 84|PARTIDO NACIONAL
“Sólo cabe progresar cuando se piensa en
grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos.”
¡Qué frase! (Jose Ortega y
Gasset, español del S. XIX) Pero sin ánimo de realizar un escrito en dónde se
citen muchas frases y haya muy poco contenido, intento - en base a lo que
alguna vez dijo Ortega y Gassett- manifestar lo que vislumbro al futuro de
nuestro Rocha desde lo que versa el Presupuesto Quinquenal.
Casi
como una paradoja –y no son las paradojas del Frente Amplio o el Encuentro
Progresista donde criticaban a la ‘derecha’ allá por los ‘90 y hoy hacen lo
mismo- el Presupuesto Quinquenal de la Administración Pereyra ni piensa en
grande ni mira lejos; es decir: proyecta un Rocha quieto, conservador, sin
progreso, estancado, sobrecargado y con un futuro cada vez más desalentador en
cuanto a la inversión, al desarrollo y a la competitividad.
Y sin ánimo de que
algún fanático fervoroso defensor del gobierno se apresure a leer estas
primeras líneas y diga que el redactor (yo) es un ‘aventurero de desgracias’,
voy a dejar debajo mis fundamentos del presupuesto que acabo de categorizar.
En
primer lugar cabe mencionar que desde su exposición de motivos o fundamentación
(en el presupuesto) la administración Pereyra es la continuidad de un proyecto
político que comenzó hace 10 años, es decir, aquella frase tan matemática que
el Frente utiliza en campaña: más de lo mismo.
Aquí parece enmarcarse la concepción de gestión que tiene, no sólo Pereyra y su equipo sino toda la concertación progresista. (recordemos que el FA es la suma de varios partidos, sí, como la junta de blancos y colorados) Para ellos gestionar significa seguir con las mismas políticas y misma visión que la era de la administración Barrios: pago de sueldos, algún arreglo de calle con mal material y por eso lo hacemos tres o cuatro veces y el vecino está contento porque ‘la Intendencia pasa dándole pelota al barrio’, y si es posible, significa también cuando hay algún reclamo del sindicato volver al cuco del 2002 y recordarle a los funcionarios cuando no podían pagarse los sueldos y algunos tenían a sus familias enteras pasando hambre y miseria (no recuerdan que el Frente pedía a gritos el default del país y no hacer eco a los pagos internacionales y ahí sí la cosa hubiese sido peor, bastante peor).
Aquí parece enmarcarse la concepción de gestión que tiene, no sólo Pereyra y su equipo sino toda la concertación progresista. (recordemos que el FA es la suma de varios partidos, sí, como la junta de blancos y colorados) Para ellos gestionar significa seguir con las mismas políticas y misma visión que la era de la administración Barrios: pago de sueldos, algún arreglo de calle con mal material y por eso lo hacemos tres o cuatro veces y el vecino está contento porque ‘la Intendencia pasa dándole pelota al barrio’, y si es posible, significa también cuando hay algún reclamo del sindicato volver al cuco del 2002 y recordarle a los funcionarios cuando no podían pagarse los sueldos y algunos tenían a sus familias enteras pasando hambre y miseria (no recuerdan que el Frente pedía a gritos el default del país y no hacer eco a los pagos internacionales y ahí sí la cosa hubiese sido peor, bastante peor).
En
segundo lugar, dejando atrás la exposición de motivos, comienza todo el
articulado y el detallado de obras e inversiones previstas para el quinquenio.
Y aquí sí hay para opinar.
Lo primero que se debe mencionar son los
sobresueldos excesivos que crea el Presupuesto tomando en cuenta el listado de
tareas riesgosas o insalubres, todas estas tareas no serían catalogadas como
tal si la Intendencia como empresa otorgara las seguridades y aportes totales a
sus empleados ante tareas riesgosas en el banco de seguros.
Veamos que en todas
las empresas se aportan seguros para el empleado y no se colocan los
porcentajes a los salarios. En el caso de que la Intendencia ya aporte al B.S.E
y coloque un sobresueldo extra, no hace más que malgastar dinero en una situación
que debería ser de ahorro.
A posteriori de esta apreciación, corresponde
señalar que la Administración prevé un faltante de dinero en el funcionamiento
de la Intendencia y lo repone nada más y nada menos que con dinero de la
inversión. Sí, para poder reforzar a la Intendencia (a la que le agregamos dos
direcciones nuevas que van a requerir más presupuesto) le sacamos dinero a la
inversión que es el único beneficio que recibe el contribuyente de Rocha, el
mismo que se sofoca a tarifas, impuestos y demás y no ve más que derroche de
dinero y materiales.
Finalmente,
las obras. Parece ser que según el texto, Rocha va a tener su terminal, recién
hoy sabemos el lugar y el modo de construcción, y simplemente ese modelo que no
tiene ninguna edificación de relevancia va a costar en materiales 9 millones de
pesos uruguayos (un estimativo de 300 mil dólares). Luego, más nada.
El turismo
de Rocha parece ser que se enfoca en observatorios y centros de informes, nada
dice de mejorar la oferta Destino Rocha para el turista, nada dice de mejorar
la condición de las costas rochenses y darle un plus en el atractivo, nada dice
de presentar una oferta del Departamento de Rocha como departamento con costa
atlántico pero que logra reunir las condiciones de estar en la frontera con la
Rep. del Brasil y logra conjugar la belleza costera con la producción (ver el
norte del dpto.), y nada dice de potenciar los atractivos como festivales y
tradiciones que tanto pueden colaborar a la elección de Rocha como foco
turístico permanente.
Sin
el ánimo de aburrir al lector, es la manera de poder llegar a la mayor cantidad
de ciudadanos –aún pensando contrario- acerca de las opiniones que mientras la
Junta estaba en su receso de verano, nos han quedado a nosotros después de
estudiar el Presupuesto Quinquenal por casi un mes.