viernes, 15 de abril de 2016

Edil Veiga:Una sociedad en crisis de valores.

Columna de Opiniòn 
Martín Veiga, 19 años,  estudiante, edil deptal.
Vivimos en un mundo donde creemos que el bien común depende únicamente de las buenas cifras de la macroeconomía, y no es así, creer eso es no valorarnos como seres humanos. El bien común de una sociedad pasa también por el respeto entre los Hombres,  y poder mantener una sociedad que se relacione de forma ordenada. 


En el Uruguay de hoy, el respeto y los valores, son temas que están siendo cuestionados.
Sí bien se dice que la pérdida de valores es global, muy pocos nos preguntamos ¿porqué?
¿Qué nos está sucediendo? ¿Se están perdiendo los valores?





Y aquí es cuando nos quedamos mudos, pensantes, y se nos nubla el motor generador de todos nuestros movimientos y pensamientos, la "cabeza", y no salimos de esa incertidumbre.

En cualquier parte del mundo (sea desarrollado o subdesarrollado) uno de los temas que son prioritarios para construir una mejor sociedad es la educación, ya que es el gran generador del desarrollo humano.

Decir educación en el siglo XXI, enseguida es asociada con las escuelas, liceos, colegios, etcétera. Siempre pensando en los millones que se podrían invertir para tener una educación de calidad; pero no sólo a esa educación me refiero, si bien es importante para nuestro desarrollo, también hay que hacer referencia de la educación que no se paga, que no se recibe en cualquier institución, y que tal vez tenga mas valor que cualquier otra cosa, la del hogar; esa educación tan particular, que solo la recibimos de nuestros padres o abuelos, y va desprendida de un conjunto de valores y principios que durante la historia a trascendido.

Muchas veces el problema que se genera, de si estamos perdiendo valores o no, pasa por ahí, la família. Una familia con escasos recursos en materia de valores, cultura o educación, por más que hoy tenga la oportunidad de enviar a sus hijos a una escuela para que una maestra los "eduque", jamás va a ser suficiente. Porque si no hay contención ni educación desde la casa, son pocas las situaciones que demuestran lo contrario. Además todo se reproduce en el tiempo.

Si bien los tiempos han cambiado, tenemos casi todo al alcance de nuestras manos, podemos comprobar que cada vez se hace mas complicado vivir, convivir y estar a la altura de la circunstancia.
La realidad de hoy, es muy distinta a la de ayer. Quien se ha tomado unos minutos para consultar a un abuelo de como era antes, como se vivía, que se hacía, y ha podido hacer un análisis comparándolo con el hoy, sabe de lo que hablo.

Soy de los que creo que los valores no se pierden nunca (mas allá de haber recibido o no), sino que somos nosotros mismos los que optamos por violar esos valores.

Es momento de reflexionar si de verdad queremos seguir faltandonos el respeto entre nosotros o si de verdad queremos rescatar los valores. Yo diría que habría que trabajar en las dos cosas.
También tener en cuenta que siempre, el cambio, empieza por la casa.

Aquí el dinero no tiene poder ni peso, porque los valores se adquieren de nuestras generaciones que nos anteceden, y el respeto se practica día a día. Está en nosotros si tomar el buen ejemplo o seguir por otro camino, incierto.