viernes, 15 de abril de 2016

Según expertos “la cárcel es una forma cara de dejar peor a las personas”

“Discutir la cárcel, pensar la sociedad. Contra el sentido común punitivo” es un libro elaborado por varios técnicos y compiladores que abordan esa temática.

Una de las reflexiones destacadas es que “la cárcel es una forma cara de dejar peor a las personas”.

La docente Gianella Bardazano -una de las compliladoras- comentó que  algunas de las reflexiones recabadas en el libro.




“Es poco probable que alguien sufra algún tipo de proceso beneficioso para su salud, su futuro y sus posibilidades laborales, a la hora de egresar”, dijo.

El objetivo del libro “es contribuir a la discusión pública sobre el funcionamiento de las instituciones de reclusión penitenciaria. Para ello se reúnen aportes desde diversos abordajes (filosófico, jurídico, criminológico e histórico) que analizan la temática de la cárcel desde el siglo XIX hasta nuestros días y buscan familiarizar a un público no especializado con la problemática”, según reza en la obra.

“Siempre estamos en una especie de manipulación de los intereses que están en juego enfrentando a los ciudadanos con los delincuentes, a las víctimas contra los ofensores, a la policía contra los delincuentes. El lado donde el sistema político elige ponerse es del lado que electoralmente le rinde más”, dijo Bardazano.

“Las campañas de emergencia son cíclicas, cada tanto aparece un clamor por endurecer las respuestas penales; el sistema político recoge los reclamos y pasa un tiempo, hay aquietamiento y aparecen otras preocupaciones y luego hay algún episodio que vuelve a reclamar ley y orden. No es novedad”, sentenció en cuanto a la dinámica que ejerce el tema sobre la sociedad y el sistema político.

“Vemos como una unanimidad tanto en los reclamos sociales como en las respuestas que desde el sistema político se brindan. (…) La cárcel refleja un poco la sociedad en la que están inmersas”, agregó Bardazano.

La entrevistada también reparó en las consecuencias negativas que la reclusión tiene en los familiares de los presos, sobre todo en los niños. Asimismo en la calidad de trabajo de los funcionarios de los centros penitenciarios.