miércoles, 28 de diciembre de 2016

Falleció el exdictador Gregorio “Goyo” Álvarez, uno de los militares clave en el golpe de 1973.

A los 91 años falleció Gregorio Álvarez, ejerció como último presidente de facto entre 1981 y 1985.


Según confirmaron fuentes oficiales a RNU  el exjerarca militar pereció a raíz de una insuficiencia cardíaca, sobre las tres de la madrugada de este miércoles.

En 2015 había sufrido un accidente cerebro vascular leve que limitó sus capacidades para moverse y hablar. Según ha trascendido, su familia tiene intención de realizar el velatorio y el sepelio en un ámbito reservado.



Álvarez había sido trasladado hacia el Hospital Central de las Fuerzas Armadas el miércoles 13 de diciembre, desde la cárcel de Domingo Arena donde desde hacía nueve años cumplía una pena de 25 años de prisión por delitos vinculados a las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar uruguaya.

Nacido el 26 de noviembre de 1925 en una familia de militares, fue el tercero de ella en llegar a general en el año 1971 y prontamente fue designado como jefe del Estado Mayor Conjunto (Esmaco) encargado de la lucha contra la guerrilla tupamara.

Rápidamente escaló posiciones hasta comandar la división del Ejército en Lavalleja- de donde era oriundo y que fue conocida como "la república del Goyo"- para saltar luego a la comandancia del Ejército.

Álvarez llegó a la presidencia de la República el 1 de setiembre de 1981 tras desplazar a Aparicio Méndez y cuando ya la mayoría de los uruguayos había expresado su rechazo a la dictadura en el plebiscito de 1980.

Ya como presidente siguió ejerciendo y reprimiendo, y cada tanto advertía por cadena de radio y televisión que no dejaría que los políticos volvieran para "revolcar en el más nauseabundo de los lodos el poncho de Saravia y el sobretodo de Batlle".

Tras las elecciones de 1985 que ganó Julio María Sanguinetti, Álvarez le entregó provisoriamente el gobierno al entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia, Rafael Addiego.

Durante su gobierno se produjo la ruptura de la denominada "tablita" (sistema de anuncio anticipado del precio del dólar) que sumió al país en una profunda crisis.

En 2007 comenzaron los procesos judiciales en su contra que lo confinaron en la cárcel de la calle Domingo Arena, un centro de reclusión, vecino de un cuartel, especialmente acondicionado para recibir a militares violadores de los derechos humanos.

Posteriormente fue procesado como coautor de reiterados delitos de desaparición forzada vinculadas a los traslados clandestinos de detenidos desde Argentina ocurridos en 1978, cuyos protagonistas fueron asesinados.

Luego, se le agregaron otros delitos como el del homicidio de 37 personas cuando ejercía la comandancia del Ejército. La condena sumó 25 años de cárcel.

Hasta el último de sus días Álvarez negó sus cargos y no brindó ningún dato a la justicia, los familiares y víctimas del terrorismo de Estado ni tampoco a las autoridades del Ministerio de Defensa Nacional que en más de una vez intentaron obtener datos que permitieran la reparación de las víctimas.