Tres de cada cuatro adolescentes que fueron madres se habían desvinculado del sistema educativo el año anterior, apuntó la jerarca. Y consideró que todas estas cifras grafican un problema de orden social que "marca muchísima desigualdad".
Por eso, mejorar estos números es uno de los objetivos sanitarios nacionales que el Ministerio de Salud (MS) se trazó con miras a 2020, explicó y recordó que se requieren estrategias diferentes.
El embarazo no intencional compromete la inserción social de las mujeres, enfatizó y remarcó la eficiencia de los implantes subdérmicos.
De 2000 mujeres que toman anticonceptivos orales, 180 pueden embarazarse. En cambio, de 2000 con implante solo una puede quedar embarazada, aseguró y bregó por que "sea un método más que puedan elegir".
Son problemas que requieren coordinación y continuidad de políticas, pero el país tuvo décadas perdidas, dijo. En ese sentido recordó que el gasto público social ha sido históricamente proadulto en el país. Aunque esa situación ha mejorado en los últimos años, hay dos etapas claves que deben considerarse a la hora de diseñar las políticas públicas: la primera infancia y la etapa de 10 a 14 años.
El 40% de los niños nace en el quintil 1, que es la población con menos ingresos. La pobreza es 10 veces mayor en hogares con niños que en hogares con adultos, advirtió y se refirió a la inequidad territorial. La tasa de fecundidad adolescente en algunos departamentos es la misma que la de África, comparó.
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