Las excavaciones en Rocha en busca de restos de un desaparecido durante la dictadura culminaron este jueves sin resultados.
Los trabajos habían comenzado este miércoles en la piscina del viejo Hotel Santa Teresa, ubicado en el kilómetro 294,500 de la Ruta 9, en el marco de una causa que investiga el posible paradero de Olivar Silva, un pescador afincado en Punta del Diablo y desaparecido en 1974.
En el sitio de excavaciones, el equipo de antropólogos respaldado por una ONG francesa no encontró restos. En el operativo se usó un georradar y se detectó una señal cerca de la piscina del Hotel Santa Teresa, donde se rumoreaba que había enterramientos.
El fiscal Ricardo Perciballe está al frente de la Fiscalía Especializada en Delitos de Lesa Humanidad.
Respecto a este caso, Perciballe explicó que “es una causa que se inició el año pasado, por lo tanto está bajo el código viejo, por lo que el proceso en ese caso corresponde a la jueza del Chuy. Como fiscal estoy al tanto y estuve a favor de la intervención, pero es distinta, porque se comparte con la justicia del Chuy”, sostuvo.
Consultado por Caras & Caretas sobre si la pista se considera firme, el fiscal precisó: “Bueno ‘firme’ en estos casos es difícil porque siempre son relatos fragmentarios que hay que unirlos con otras cosas. Siempre decimos que las posibilidades son bajas, pero se hacen las intervenciones para despejar las dudas que existen desde hace muchos años”, dice y explica que el predio es privado, pero que hay testimonio de que los dueños de aquel momento podían tener vinculación con los militares, “pero son todos dichos sin ningún cotejo contundente”, remata.
El miércoles, el abogado Oscar López Goldaracena explicó a Subrayado que existían indicios de enterramientos de una persona en el lugar. Por ese motivo, y a partir de investigaciones del antropólogo José López Mazz se presentó una denuncia hace un año y medio.
La Justicia ordenó que se realizaron los trabajos de búsqueda, y este miércoles comenzó la tarea etapa de las tareas, luego del vaciamiento de la piscina, que estaba abandonada y llena de vegetación, y del relevamiento con georradar.
Esta herramienta "detectó una anomalía en una zona concreta de la piscina", explicó López Goldaracena.
Sin embargo, los trabajos culminaron este jueves sin resultados positivos, según informaròn a Rocha al Día.