La incertidumbre del apagón
- Las repercusiones económicas son muy elevadas. Los principales agentes involucrados en la transición a la TDT son los fabricantes de sintonizadores, televisiores y antenas, productores de contenido, radiodifusores, operadores de red, instaladores, administradores de finca y por supuesto los espectadores.
Los fabricantes son los que más ganan, pues la obligatoriedad de adaptarse a la TDT requiere que se cambien todos los equipos, tanto caseros, profesionales como infraestructurales. Así pues, desde las primeras emisiones en digital, las ventas de dichas empresas no han dejado de subir.
- Paralelamente han aparecido empresas de instalación y mantenimiento de las nuevas infraestructuras.
- Los productores de contenido se tienen que adaptar a un nuevo mercado mucho más competitivo para conseguir captar una audiencia cada vez más diversificada ante el incremento de la oferta. Esto a su vez beneficiará a los espectadores con más contenidos televisivos.
- La aparición de canales temáticos favorece la entrada de nuevos agentes publicitarios especializados en nichos de mercado mucho más homogéneos.
- Las cadenas generalistas privadas han perdido audiencia en favor de los canales temáticos, hecho que ha repercutido en importantes pérdidas bursátiles.
- La emisión de televisiones locales pueden peligrar al no poder hacer frente a la competencia de tantos canales nuevos, lo que se conoce como burbuja audiovisual. Además muchas de ellas están en régimen de alegalidad con futuro incierto. Por otra parte, se obligó a emitir en digital a las televisiones locales mucho antes que las estatales.
- Los operadores de red también ganan pues con las nuevas redes troncales pueden ofrecer servicios de más calidad y les da flexibilidad para la difusión selectiva. Además tienen ventaja respecto de los operadores de cable o satélite pues conocen mejor los mercados locales y el sistema es mucho más portable y barato para los espectadores.
Liberalización del espectro
Uno de los motivos por el cual se eligió pasar a la televisión digital es la futura disponibilidad del ancho de banda que actualmente se usa para emisiones analógicas. En consecuencia multitud de sectores están interesados en adquirir parte del dividendo digital, entre ellos los operadores de telecomunicaciones móviles, proveedores de acceso a la banda ancha en zonas rurales, cadenas de televisión, etc.El panorama español no deja demasiado margen de maniobra para reutilizar el espectro debido a la proliferación de multitud de cadenas de televisión locales que han recibido concesiones analógicas en el pasado y que, según la ley actual, tienen derecho a seguir emitiendo después de la transición.
Esta parte del espectro sería útil a los operadores de telecomunicaciones por dos motivos. A estas frecuencias se puede dar más cobertura y la penetración en interiores de edificios es mejor, de forma que se precisan menos antenas y por lo tanto menor inversión. Por otra parte con más ancho de banda se pueden ofrecer servicios de datos de tercera generación como televisión de movilidad o el acceso a la banda ancha.
Para 2015, los gobiernos tienen pensado utilizar los canales 60-69 para las comunicaciones móviles (banda ancha, 3G, WiMax,...) dejando del 60 hacia abajo los canales para la TDT. Todo ello supondrá una nueva organización del espectro en los años siguientes al apagón.
El "apagón analógico" uruguayo, se producirá alrededor de 2013, cuando su actual televisor, estimado lector, ya no servirá mas.