jueves, 24 de enero de 2013

Rechazan autorización ambiental del puente en Laguna Garzón


La comunidad de José Ignacio y Garzón, junto a varias organizaciones de la zona, comunicaron su rechazo a la autorización ambiental del puente sobre la Laguna Garzón y presentarán un proyecto sustentable que respete la naturaleza, según indica una solicitada publicada en Búsqueda.
En el comunicado el grupo impugna “que se autorice una obra de infraestructura distinta a la presentada y estudiada en el expediente”. 
Recuerdan que el 23 de marzo 2011 el llamado a audiencia pública describía un “puente viga (recto) de 180 metros de longitud”.“Sin embargo y sin explicación alguna, se otorga Autorización Ambiental Previa (AAP) –en el mismo expediente como si se tratar de un mismo proyecto-, a una “superestructura de hormigón armado” de perfil circular, con una forma de “laguna dentro e una laguna”, como es el proyecto presentado por el arquitecto Rafal Viñoly.Agregan que la AAP concedida al nuevo proyecto “ignora todas las objeciones que se plantearon son el otro proyecto y que este proyecto circular agrava el profundo impacto visual que genera y en nada responde a la fragilidad del área”
.El grupo solicita que se deje sin efecto la AAP otorgada por la ministra interina Raquel Lejtreger “por no corresponder la misma con el objeto del expediente toda vez que no hay identidad entre el proyecto aprobado –puente circular- y el que fuera puesto de manifiesto y sometido a audiencia pública –puente lineal”.
También piden que el proyecto de puente circular se someta al proceso de evaluación de impacto ambiental con su correspondiente puesta de manifiesto y llamado a audiencia pública.
Por último, solicitan que “se deje constancia del compromiso de las entidades firmantes para presentar un proyecto ejecutivo que implique la donación al Estado uruguayo de un sistema de balsas dotado de un equipamiento eléctrico seguro y eficiente, acompañado de un estudio de factibilidad para que su manejo y mantenimiento sean autosustentables, con un horario amplio, financiados por el sector turístico que se beneficie con su operación. 
Esta opción permitiría respetar el altísimo valor ambiental, social, económico y patrimonial que el área posee y que tanto aporta a la marca turística del Uruguay”-