

Según detectaron los
forenses que trabajaron arduamente en la autopsia del susodicho individuo, el
mismo habría padecido una indigestión de calabazas con velas incluidas.
Según
se comenta, luego de realizar varios atracos y arrebatos de carameleras en
varios locales de nuestra ciudad, y ante la conmoción pública por esta nueva
acción delictiva sin precedentes.
Este personaje más popularmente conocido como
“el viejo de la bolsa”, padeció un extenso estado depresivo sin regresión
posible. A pesar de su esfuerzo y luego de ingerir vastas dosis de rockclets,
decidió desistir en su vano esfuerzo por combatir a su relativamente nuevo
archienemigo de las pantallas y las mentes, llegado desde el exterior.
En una carta que se encontró cerca del cadáver, se
detectaron estas escrituras:
“No muero de indigestión, como sé que va a mentir
la prensa, muero de indignación…
Amarga travesura Mr. Halloween, mientras tú
llenas tus arcas, yo vacío mi bolsa…
Descortésmente y desde el olvido: simplemente el “viejo”.