El Poder Ejecutivo reglamentó la ley 19.167 sobre Técnicas
de Reproducción Humana Asistida que facilita el acceso a los procedimientos de
baja complejidad a mujeres con problemas de fertilidad.
Para usuarias de la Administración de los Servicios de Salud
del Estado (Asse) la prestación es gratuita. Para socias de mutualistas implica
un copago según se trate del primero, segundo o tercer intento. De todas formas
hay una reducción del 50% de los costos en este tipo de técnicas.
El subsecretario de Salud Pública, Leonel Briozzo, explicó a
la Secretaría de Comunicación que el decreto reglamentario contiene dos
capítulos. Un capítulo está vinculado a los procedimientos de baja complejidad,
que es la unión del espermatozoide con el óvulo dentro del cuerpo de la mujer;
estas técnicas optimizan las condiciones para que el proceso de fecundación se
produzca exitosamente.
En el otro capítulo se tratan los procedimientos de alta
complejidad, que se realizan cuando la fecundación se produce fuera del cuerpo
de la mujer y, por tanto, se toman un óvulo y espermatozoides que se juntan
fuera, se genera el embrión, que luego se introduce en el útero femenino.
“Lo que se acaba de reglamentar es puntualmente la baja
complejidad para lo cual ya el Sistema Nacional Integrado de Salud está
recibiendo los fondos para poder tener los equipos de trabajo de referencia”,
explicó el jerarca.
Cualquier mujer con pareja o sola que desee someterse a este
tipo de tratamiento debe concurrir primero a una consulta con su ginecólogo,
para luego ser derivada a los equipos de referencia quienes le indicarán el
método más idóneo para llevar adelante la prestación.
Condiciones
“Esto no es un vestido que se compra en la tienda, es un
vestido de modista. Hay que individualizar cada caso por las peculiaridades que
tiene. Es fundamental analizar, por ejemplo, la edad en función de la reserva
ovárica, es decir la cantidad de óvulos que tiene la mujer para poder asumir un
proceso de este tipo con ciertas chances de éxito”, especificó.
Briozzo aseguró que nadie quedará por fuera, por lo que todo
este período de tiempo que llevó trabajar en la reglamentación no pesará en el
acceso. La normativa habla de hasta los 40 años, pero se prevé un lapso de dos
años a partir de la reglamentación, para que las mujeres que sobrepasaron esa
edad en ese período tengan derecho al tratamiento.
Gratuidad
En el caso de Asse el procedimiento es gratuito para sus
usuarias en los tres primeros intentos.
En ese sentido, Briozzo aclaró que en estos casos es
gratuito desde hace más de 10 años, ya que en el Hospital Pereira Rossell
funciona en forma exitosa una unidad con índices de fertilización por encima
del 60%.
Asimismo, explicó que en el sistema mutual tiene que tener
necesariamente un copago porque hay que ofrecer un servicio de alta calidad,
pero además debe ser sustentable en el tiempo, tanto en períodos de bonanza
económica y desarrollo sustentable similar al que vive Uruguay hoy, como en
tiempos de crisis.
El subsecretario, además, puntualizó que se decidió que
todas las mujeres tengan derecho al acceso, lo más barato posible, en el primer
intento. “Que todas tengan el derecho a intentar ya que no se puede asegurar la
fertilización”, aclaró.
En este sentido, el primer copago ronda los 4.000 o 5.000
pesos; el segundo intento se ubica entre 10.000 o 12.000 pesos y el tercero a
17.000 o 18.000 pesos.
“En términos globales se logró disminuir un 50% los costos
de los procedimientos de fertilización asistida”, insistió.
Confidencialidad
Para la concreción de estos tratamientos se requiere la
existencia de los llamados “bancos de gametos”, que funcionarán en la órbita de
las clínicas autorizadas, que actualmente son cuatro a nivel privado.
“Es nuestra intención que haya una a nivel público”, dijo
Briozzo y aclaró que no sería en las mutualistas, sino en las clínicas
habilitadas por lo que tiene que ver con la conservación.
Respecto al aspecto jurídico, Briozzo entiende que está bien
laudado. “La identidad de quien dona los gametos queda a resguardo. El
potencial niño o niña que se genere a partir de esos gametos tiene, a partir de
los 18 años, la posibilidad de saber quién fue su padre o madre biológica”,
indicó.