Un centenar de presos uruguayos de ambos sexos comenzará a trabajar en febrero en un plan piloto de poda, limpieza y retiro de maleza en la costa este del país como forma de prevenir incendios forestales.
Esta será "la primera experiencia" de un conjunto de acciones que promoverán el trabajo "a gran escala de reclusos", afirmó el coordinador del Sistema Nacional de Emergencias (SINAE), Gustavo Leal.
Representantes del SINAE, que depende directamente de la Presidencia de la República de Uruguay, y de las intendencias de Canelones, Maldonado y Rocha se reunirán hoy para coordinar la ejecución del primer programa de limpieza de zonas de riesgo de incendios forestales a cargo de presos.
En las tareas participarán entre 60 y 100 reclusos de ambos sexos y divididos en grupos de 20, que serán custodiados por policías.
La limpieza de zonas de riesgo de incendio coincidirá con la presencia en las costas uruguayas de miles de turistas del exterior y locales que pasan sus vacaciones de verano en las playas uruguayas.
El Ministerio del Interior, del que dependen las cárceles, será el encargado de elegir a los reclusos que, por su buena conducta y voluntad de trabajo, participen en las tareas.
La madera resultante de las podas y limpieza será procesada para crear ladrillos y bloques destinados a estufas, y el dinero recaudado por la venta de los mismos se destinará al pago de un salario de 2.400 pesos (120 dólares) para los presos y ayuda social para sus familias, agregó Leal.
Además de impulsar el trabajo de los reclusos el plan piloto permitirá, al menos parcialmente, enfrentar los problemas de hacinamiento que se dan en todas las cárceles de Uruguay.
