Nuestro país tiene tasas superiores a la media en embarazos
adolescentes, alcanzando los 60 por mil, cuando la media internacional es de
49. Además, existe una convergencia de fecundidad muy baja, fortaleciéndose en
los estratos sociales más pobres.
Otro de los aspectos críticos en nuestro país es la relación
entre la pobreza infantil y la pobreza general, siendo esenciales los primeros
cuatro años de vida para el desarrollo de la persona. Pese a que esa es la
franja etaria en la que la inversión vuelve con mayor velocidad, la inversión
en la región es de un 21%, significativamente menor que en Europa, Japón o
Estados Unidos en donde alcanza el 45% del total de dinero que llega a un niño.
Aunque ahora Uruguay es uno de los que tiene menor
desigualdad en la región, de continuar este proceso de polarización de la
estructura de fecundidad con baja natalidad, se convertirá en uno de los más
desiguales y envejecidos del mundo.
Para el Fondo de Población de las Naciones Unidas uno de los
aspectos fundamentales para mejorar la situación es el fortalecimiento de la
educación sexual, particularmente en primaria y secundaria y formación docente.
Se estima que la tasa de fecundidad no va aumentar en
nuestro país en los próximos años, por lo que juega un papel importante la
forma en la que baje la fecundidad. A no ser que ocurra un fenómeno de
inmigración masiva, en los próximos 20 años seremos entre 3 millones
ochocientos y 4 millones doscientos.
Montevideo Portal