DURANTE LOS PRÓXIMOS SEIS MESES
Incrementará impacto de rayos en Uruguay
En los últimos años en la región se dieron varios hechos trágicos por caída de rayos. En Uruguay han recibido descargas fatales un matrimonio que estaba en la playa Malvín, un joven en Montoya al que le cayó un rayo en la sombrilla, un guardavidas en una playa de Rocha, un hombre que arreglaba el techo de su casa en Paysandú, en Argentina hubo nueve muertos en dos años y 31 heridos con secuelas de por vida.
Las predicciones científicas no son alentadoras. El incremento de los fenómenos meteorológicos extremos que se asocia al cambio climático, conlleva un aumento de las tormentas eléctricas tanto en frecuencia como en intensidad.
Se espera un 12% de incremento por cada grado que aumente la temperatura, en Uruguay se espera para los próximos meses un grado y medio o dos de aumento en la temperatura por encima de lo normal.
Según dijo a LA REPÚBLICA, Néstor Santayana, jefe técnico de Pronóstico del Tiempo del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), los próximo seis meses serán los más calientes desde que se tiene registro, por lo que se espera un incremento de tormentas eléctricas y de fenómenos meteorológicos extremos. Se trata del fenómeno llamado El Niño, que está fortalecido en la región a tal punto que ya algunos especialistas le llaman Godzilla.
Atendiendo a esta complejidad el Inumet envió al Sistema Nacional de Emergencia (Sinae) un proyecto de inversión público privada para instalar en Uruguay un sistema de radarización que permitirá una mejor detección, conocimiento y seguimiento de estos fenómenos, incluida la detección de rayos. El proyecto forma parte del presupuesto de Inumet y la idea es completar su instalación en este quinquenio. Uruguay carece en absoluto de este sistema y al momento apenas puede servirse en algunas zonas limítrofes de país de radares meteorológicos de Brasil y Argentina. Tampoco hay sensores subterráneos para contabilizar los rayos que impactan sobre el territorio.
El hecho ocurrido la semana pasada deja en claro que es un mito que los rayos no caen en la ciudad y también es una creencia errónea pensar que porque se está en una zona de edificios altos o grandes edificaciones que poseen pararrayos, se está a salvo. Los pararrayos tiene un alcance determinado que puede ser de unos 50 metros, su mantenimiento es esencial para que cumplan su cometido, pero en Uruguay prácticamente no hay controles sobre ellos, salvo el que puedan realizar las propias empresas que lo venden e instalan y además faltan protocolos.
En este sentido, la Agrupación Nacional de Guardavidas ha elaborado su propio protocolo y tomado medidas luego que un guardavidas falleciera alcanzado por un rayo en Rocha. Por ejemplo cambiaron los mástiles de metal de las banderas en las casetas por mástiles de PVC. “Los viejos guardavidas nos dicen que antes disfrutaban la tormenta, ahora se corre riesgo de vida. Nosotros hicimos un protocolo y entre otras cosas si hay rayos, si la vida corre peligro, nos vamos”, dijo a LA REPÚBLICA, Emiliano, de la Agrupación. La organización sostiene que en Uruguay faltan protocolos adecuados y se carece de tecnología capaz de inhibir la formación de rayos. La demanda de instalación de pararrayos es importante en el país y los costos rondan entre 40 y 1.500 dólares según la tecnología elegida, dijo a LA REPÚBLICA, Sebastián Caputi, encargado del Departamento Técnico de la empresa MGI.
La caída de un rayo a tierra es la mayor amenaza proveniente de una tormenta. La carga de un electrodoméstico es de un amper aproximadamente, un rayo puede descargar entre 30.000 y 200.000 amperes.
Los efectos de un rayo son directos o indirectos.
Pueden alcanzar instalaciones eléctricas interiores de fábricas, hogares, comercios o industrias, a través de las líneas de conexión del suministro de energía eléctrica, por las líneas de conexión de teléfonos, modems, televisión por cable, y a través de la estructura metálica de los edificios, por contacto directo o por inducción, por las raíces de los árboles.
“Si estás parado el rayo te atraviesa”
“El Niño era débil y ahora es moderado a fuerte. Le pusieron Godzilla. Según expertos va repercutir en todo el planeta y con este fenómeno las tormentas eléctricas serán más frecuentes en los próximos seis meses. Luego hay incertidumbre de lo que pueda pasar, luego de estos seis meses hay que evaluar cómo seguirá”, apuntó Santayana.
Con esta perspectiva las situaciones extremas explosivas serán más continuas, como tormentas fuertes, caída de granizo y descargas eléctricas.
“La materia prima para el desarrollo de una tormenta es el vapor de agua. El océano pacífico tropical vuelca a la atmósfera mucho más vapor de agua por efecto del Niño”, explicó Santayana.
EL rayo cae en el punto más alto. Si estás en el campo cae en un árbol, por eso los baqueanos en el campo se tiran al piso. Hay gente que ha sobrevivido a descargas de rayos. La mayoría de ellos no recibió la descarga directa o no estaba de pie cuando lo alcanzó. Si estás parado te atraviesa de la cabeza hacia abajo, si estoy tirado puede atravesarme solo una pierna”, apuntó el meteorólogo.
Un Niño fuerte y más tormentas eléctricas
Néstor Santayana, jefe técnico de Pronóstico del Tiempo del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), indicó que los próximos seis meses serán los más calientes desde que se tiene registro, por lo que se espera un incremento de tormentas eléctricas y de fenómenos meteorológicos extremos. Se trata del fenómeno llamado El Niño, que está fortalecido en la región a tal punto que ya algunos especialistas le llaman Godzilla.
Guía para resguardarse ante una tormenta eléctrica
No permanecer en playas o lugares abiertos y llanos donde lo que sobresalga de la superficie sean las personas.
Retirarse de todo lugar alto ya sea una cumbre, cima, loma y refugiarse en zonas bajas no propensas a inundarse o recibir avenidas de agua.
* Nunca echar a correr durante una tormenta y menos con la ropa mojada.
* Nunca refugiarse debajo de un árbol o una roca o elementos prominentes solitarios.
Las medidas de autoprotección más pertinentes en caso de estar a la intemperie y en lugares llanos son:
Aislarse del suelo y del contacto con charcos o zonas mojadas. Salir inmediatamente y alejarse de ríos, piscinas, lagos, el mar y otras masas de agua.
Alejarse y no refugiarse en pequeños edificios aislados como graneros, chozas, cobertizos. Las carpas tampoco son seguras.
No refugiarse en la boca de una cueva ni al abrigo de un saliente rocoso, el rayo puede echar chispas a través de estas aberturas, algunas son incluso canales naturales de drenaje para sus descargas.
Apagar los teléfonos celulares cuyas radiaciones electromagnéticas puedan atraer los rayos.
Si nota cosquilleo en el cuerpo, se le eriza el cabello o ve brillar y echar chispas un objeto de metal debe echarse al suelo inmediatamente porque la descarga de un rayo es inminente.
La posición de seguridad más recomendada será colocarse quieto de cuclillas agachado. Esta posición nos aislará bastante ya que no sobresalimos mucho sobre el terreno tocando sólo el suelo con el calzado que según su material nos aislará mucho más.
Podemos sentarnos o tumbarnos sobre un objeto o materialseco y aislante para estar más cómodos, incluso sobre la mochila si no tiene armazón metálico.
El mejor sitio para refugiarse a la intemperie durante una tormenta es un vehículo cerrado, un coche no descapotable, furgoneta, camión, ya que este provocará un efecto ‘jaula de Faraday’ donde “el campo electromagnético en el interior de un conductor en equilibrio es nulo, anulando el efecto de los campos externos”.
Dentro debemos apagar el motor, bajar la antena de la radio y desconectarla, cerrar las ventanillas y las entradas de aire.
PROYECTO PÚBLICO PRIVADO DE INUMET
Radarización cambiará radicalmente situación en Uruguay
La radarización es un sistema de radares meteorológicos del que Uruguay carece. “Es un gran anhelo nuestro. Para la vigilancia es fundamental. Nos indica desde la formación de los eventos. Hoy nuestro mecanismo para monitoreo con radares es de Argentina y el norte por Brasil lo que apenas se circunscribe a la frontera. Después de eso estamos ciegos. Tenemos en las capitales, y el predictor puede deducir que tan intenso es el fenómeno. Además están las imágenes de satélite. Pero la radarización con la actividad eléctrica, es una herramienta fundamental, es más rápido y sencillo”, explicó Santayana.
El proyecto para instalarlo en Uruguay fue elevado por Inumet al Sinae e incluye la participación público privada para su adquisición y mantenimiento.
A fin de siglo habrá 50% más posibilidades de morir por un rayo
Debido al cambio climático, es más probable morir por un rayo con el paso de los años. Habrá 50% mayor probabilidad para quienes vivan al final de este siglo.
“Con el calentamiento, las tormentas eléctricas se vuelven más explosivas”, dice el científico climático David Romps, de la Universidad de California en Berkeley. Romps estudió 11 modelos climáticos para determinar sus cálculos. La lógica es simple. Más calor significa más vapor de agua en el aire, que es lo que provoca las tormentas eléctricas. Eso significa que hay más rayos que tocan tierra, y a las personas sobre ella. Las actuales probabilidades de ser impactado por un rayo durante la vida son 1 en 12,000, según estimaciones del Servicio Nacional Climático de EEUU. Si Romps y sus colegas están en lo cierto, esas probabilidades se reducirán a 1 en 8,000 para fin de siglo.
DEMANDA DE PARARRAYOS CRECIÓ EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
“La fiscalización de pararrayos figura sólo en los papeles”
“Nosotros trabajamos dos tecnologías de punta. El sistema Franklin es un captor metálico que capta el rayo y lo deriva a tierra. El captor es una bajada de cable de cobre de 50 milímetros. Puede recibir miles de amper y conducirlos a la tierra. Puede ir enterrado en sal y carbón si el área es piedra por ejemplo”, explicó Sebastián Caputi, encargado del Departamento Técnico de la empresa MGI.
Caputi indicó que la otra tecnología es la ionizante que lo que hace es ir a buscar al rayo. “Tiene la ventaja en tiempo que se gana en rapidez. Lo agarra antes de que llegue. Es un pararrayo de electrones”, explicó el técnico.
“Hay una continua demanda. Hemos instalado a lo largo y ancho de todo el país. En peajes, estaciones de servicio, edificios, liceos, establecimientos agropecuarios, se ha incrementado la demanda en los últimos años”, contó Caputi. Cabe recordar que las aseguradores piden esta medida.
Un pararrayo Franklin cuesta unos 40 dólares más IVA, los inonizantes van de 800 a 1.500 dólares. “La instalación se hace bajo normas internacionales, hay requerimientos de seguridad a cumplir, y también hace el mantenimiento. La fiscalización de parte de autoridades es muy débil, figura más en los papeles que otra cosa”, afirmó Caputti.