lunes, 11 de julio de 2016

Advierten condiciones que pueden llevar a incendios cárceles del paìs.

El Comisionado Parlamentario para el Sistema Carcelario, Juan Miguel Petit, aseguró que el Comcar, las cárceles de Tacuarembó y Libertad se encuentran en iguales condiciones que la cárcel de Rocha cuando se suscitó el incendio en 2010, que dejó un un saldo de 12 reclusos muertos.


Además, el jerarca afirmó que el Estado no cumple con su finalidad sino se asegura a los presos actividades relacionadas con la educación, el trabajo, la cultura y la realización personal.








La cárcel en la que fallecieron 12 jóvenes "fue construida en el siglo XIX como regimiento de Caballería, y en condiciones infrahumanas en 2010 recluía a 174 personas donde se suponía que no debería haber más de 60", aseguró ayer Mario Barrios, padre de Matías Barrios Sosa, uno de los jóvenes que murió quemado por las llamas que afectaron al módulo 2 del centro carcelario departamental de Rocha.

Para las familias, las secuelas y las vidas de sus hijos son irreparables, pero hay algo que puede mejorar: las condiciones en las que viven hoy los reclusos uruguayos. "Nosotros queremos Justicia por nuestros hijos que estaban encerrados en un lugar con condiciones lamentables, la causa penal está archivada desde 2012 y la civil sigue su curso, pero sabemos bien que demorará", dijo a El País una de las madres de los reclusos fallecidos hace seis años y que prefirió no ser identificada.

Etapa judicial.
La magistrada Marcela López, quien archivo el caso hasta que no se encuentren nuevos elementos que permitan reabrirlo, señaló en su fallo que "no puede perderse de vista que el incendio mismo ha sido causado por un caso fortuito (caída de una sábana o manta de uno de los reclusos de la celda sobre un calefactor); ni por el Estado ni sus agentes".


Asimismo, la jueza aseguró que luego de haber llevado adelante investigación, no han surgido elementos que hagan presumir responsabilidad penal de los funcionarios encargados de la custodia.

Por su parte, las demandas civiles contra el Ministerio del Interior que aún están en curso superan los US$ 2 millones. Solo el abogado Luis Huttón, de la familia Cardoso, presentó una demanda por US$ 1,5 millones.

Por su parte, los abogados Fernando Torres y Gustavo Salle representan a los familiares de un fallecido y a tres heridos en el episodio. Su demanda civil asciende a $ 18.048.000 por los cuatro afectados.

Noche trágica.
En aquella noche fría de julio, en medio de la emoción por la competencia mundialista de la selección uruguaya de fútbol, donde el delantero Luis Suárez había marcado un hito en la historia de nuestro país por salvar con la mano lo que sería un gol de Ghana, y así poder clasificar a cuartos de final en la competencia, pasó lo peor.

Uno de los 20 presos que se encontraban en una celda de siete metros de largo por tres de ancho, se movió de su cama dejando caer, inconscientemente, una sábana sobre un precario calefactor que habían fabricado los propios reclusos para poder calentarse.

Allí comenzó el horror.

La sábana tomó fuego y luego los colchones, otras frazadas, y finalmente 12 reclusos. Los gritos desesperantes a las 3:30 de la madrugada de aquel jueves despertaron a los demás reclusos que vieron como sus compañeros morían agonizando entre las llamas.

"Yo vi todo, estaba en frente, ese día jugamos un partido de fútbol con Matías Barrios, y quedó otro encuentro para el día siguiente, iba a ser la revancha, nunca se dio, no llegamos, vi morir a mis propios compañeros", relató a El País Fabián Pérez, que en el momento del incendio se encontraba en la celda de enfrente y gritaba pidiendo ayuda por sus compañeros.

Pérez fue quien filmó un video, que horas después de ese día se viralizó. En las imágenes se escuchaba a los reclusos gritar: "¡Llavero, abriles, abran las celdas y que se vengan para acá, pero abran que se están quemando!". El llavero no llegó a tiempo según declaraciones de los propios funcionarios, en cambio, para los reclusos, quien era encargado de abrir las celdas, se demoró porque esperaba órdenes de un superior.

La imagen que marcó aquella terrible noche quedó marcada en la retina de quienes recorrieron la celda pocas horas después del hecho: tres reclusos murieron invadidos por las llamas abrazados en el baño de aquel recinto.

Los doce fallecidos y los ocho sobrevivientes de la tragedia.
Los 12 fallecidos del incendio fueron: Delio Alegre, del Chuy, 43 años, procesado por rapiña. Matías Barrios Sosa, de Rocha, 19 años; estaba preso por suministro de estupefacientes. Edison Javier Nuñez Casuriaga, 20 años, rochense, procesado por homicidio. Ariel Fernando Cardoso Velázquez, 25 años, vivía en La Paloma, estaba cumpliendo pena por suministro de estupefacientes. Mario Fernando Martínez Maidana, de 25 años, procesado con prisión por receptación. Jorge Luis Roda Acosta, de 19 años, nacido en el departamento de Rocha, procesado por rapiña. Antonio Joaquín Cardozo Silvera, de 19 años, de Castillos, también cumplía pena por rapiña. Julio César Da Silva Pereira, de 22 años, de procedencia brasilera, procesado por rapiña. Luis Alfredo Bustelo López, de 40 años, montevideano, procesado por rapiña agravada. Raúl Alejandro Gómez Recalde, de 25 años, oriundo de Castillos, se encontraba cumpliendo pena por rapiña. Alejandro Rodríguez Cabral, de 26 años, nacido en el departamento de Rocha y procesado por homicidio. José María Pereira Pereira, procesado un año antes por rapiña especialmente agravada.

Las ocho hospitalizados con quemaduras fueron: Alberto Rodas González, Adolfo Mederos Scantoni, Paulo Costa Pereira, Rubén Dario Damestoy, Fernando Méndez Rodríguez, Henri Laluz Fernández, Luis Alberto Acosta Pérez y Pablo Andrés Chapore San Martín.


fuenteRNU-ElPaìs.